En el vientre de jóvenes menores de 16 años está el futuro de nuestro país.
De acuerdo a estudios realizados por organismos internacionales afiliados a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 20 por ciento de los embarazos en República Dominicana son de menores de 16 años y entre el 25 al 30 por ciento de las adolescentes antes de los 19 años son madres.
El embarazo en niñas y adolescentes es una prioridad nacional. Es incompatible mostrar cifras de reducción de la pobreza, con un aumento marcado de embarazos en niñas y adolescentes. El embarazo a temprana edad perpetua la pobreza.
Las estadísticas reflejan que en el hospital regional Juan Pablo Pina, en San Cristóbal asiste de media mensualmente a 1.671 niñas embarazadas de entre 10 y 14 años y a 1.711 de entre 15 y 19 años, según el director del centro, Miguel Ángel Geraldino.
Muchos embarazos en menores de edad son fruto de violaciones por parte de padrastros, vecinos, familiares, legisladores, profesores, curas, o una autoridad.
Cuando una niña menor de 15 años sale embarazada siempre se ha producido una violación sexual, y no siempre el violador es llevado a la justicia. Cuestión que corresponde a las instituciones públicas.
El Procurador General de la República, al referirse al problema del embarazo en adolescentes no hace alusión a los hechos punibles, a la protección de las víctimas, ni al respeto de los derechos humanos, Domínguez Brito, desde su investidura, asume la política de promover la abstinencia sexual.
La política del gobierno de prevención del embarazo en adolescentes va en consonancia con los mandamientos de la jerarquía de la iglesia católica. Promover la abstinencia sexual, negar la educación sexual, y procurar que métodos anticonceptivos sean inalcanzables para la población pobre.
Las cifras de embarazo a temprana edad es el resultado de una estrategia política. ¿A quién beneficia el embarazo en adolescentes?, ¿A quiénes les conviene que las mujeres no accedan a puestos de trabajo calificados?
Los que ostentan el poder en República Dominicana, los países del primer mundo y las iglesias se benefician de la mano de obra barata, de mujeres sin capacidad para exigir mejores condiciones de vida. Cuando los pobres generen incomodidad al poder, se crean las condiciones para que su única alternativa sea insertarse al narcotráfico, irse en yolas, o son eliminados accidentales en intercambio de disparos.
En el Congreso dominicano descansa un proyecto de ley sobre Derechos Sexuales y Derechos reproductivos. ¡Reacciona! La ciudadanía tiene el poder de conseguir una vida digna.
www.lilliamfondeur.com
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email