x

A cuarta e`chuleta del Palacio

Cholo Brenes.

Nosotros aprovechamos cada vez que salimos para ver y oír todo a nuestro alcance. No soy visitador a médico, odio las visitas. No ando en jeepetas, soy un simple peatón que se monta en carreras de carros públicos, los cuales me permiten saber lo que está pasando en estos medios.

Voy los miércoles al súper porque es más barato y normalmente me encuentro con muchas amistades, aunque a veces las mismas no acuden a esos lugares. En los bancos las gentes no hablan, tienen una cara de estreñidos, y yo, como pertenezco a la tercera edad, hago uso de mi privilegio para saltar a 10 en la fila y provocar que alguien diga «y este viejo largo qué se cree?». Todo esto yo me lo disfrutó, no me queda de otra, es parte de la educación forzosa a la que nos obliga este medio.

Visitando uno de estos supermercados, veo por su estilo, su vestir, y su aire de nuevos ricos cómo van al departamento de licores y compran una caja de Protos, de  Blue Label o de Génesis, y si ustedes los ven en las delicatesen pidiendo queso y confundiendo un manchego semi curado con un queso crema Sosúa, un caviar con una lata de atún o jamón serrano con salami.

Recordé la frase de la viuda: “burro no come bizcochito”. A uno no le queda de otra más que reírse con educación para tapar el mal gusto de quien tienes delante.

Recuerdo muy bien cómo en la primera navidad del nuevo gobierno de Leonel Fernández (1996) importaron un lote de carnes exquisitas: de venados, de búfalos y de jabalíes quienes nos recordaban con este último los costos de cacería de la época de Robín Hood. Los funcionarios de Aduanas se asombraron. Nunca habían visto algo igual, importado por la “nueva nobleza del Palacio” (Los Montases, pertenecientes a la misma aristocracia de su nombre) y un montón de cajas de salmón prensado al vacío, más que una y otra exquisitez que eran pedidas por el Palacio, por uno de los tantos funcionarios.

Esto corrió por muchos sitios y nos dimos cuenta que estábamos “en presencia de una nueva clase creada de la mano de Don Juan pero que, en vez de nacer para servir, estos nacieron para servirse”. Y ahí comprendí que habían nacido los que nos joderían más tarde.

El tiempo ha pasado en el gobierno morado y hay cosas qué pensar, de 9 mil millones de dólares hemos pasado a 24 mil millones de deuda externa en la actualidad. De 9 mil millones de pesos en deuda externa en 2004, hoy nos encontramos en 240 mil millones de pesos por corrupción en poco menos de ocho años…. -Compadre esto como que está jodón-.

Claro en mis visitas semanales es lógico ver la irritación de la gente. Me acabo de enterar de una votación que hicieron en el Mirador Sur: Hipólito sacaba un 51% frente a un 39% de Danilo, hasta los más ricos comienzan a expresar sus sentimientos de forma pública.

En estos días escribía que por más patas que meta Hipólito al hablar descaradamente sobre cosas que debería de cuidarse y callar las mismas, el pueblo no las conoce ni las va a conocer. Esto me recuerda al caso de Fernando Villalona, a quien dirigí de 1976 a  1979, éste mientras más errores cometía más la gente los seguía. De ahí que aun las personas mayores lo siguen muy de cerca.

Estas encuestas son una mascarada, y como afirmó hace unos días Medina, deben tirar, duplicar, cuadriplicar y quintuplicar. Imagínense! Han preparado un cubo a todos los niveles y el pueblo no va a soportar eso. Es igual que los perros que ni ladran ni muerden… hasta un día.

Basta usted ver las jeepetas que utilizan los comunicadores de radio, prensa y televisión, valoradas en más de tres millones de pesos. La política acobardada de Fernández está obteniendo sus resultados y con ella se puede llevar hasta el partido de la corrupción morada.

Si Leonel fuera otra clase de hombre, aconsejaría a su hijo predilecto, «el Gato Félix», que se meta solo a la cárcel de Azua en lo que se resuelve el caso, pero que va señores! nunca lo hará, de ese susto no muero. A ese señor le falta material colgante del que le sobra a Hipólito Mejía.

No relaje con «el Guapo de Gurabo» que no es nada fácil, que esta a cuarte` chuleta del Palacio Nacional.

Margarita cuídate, que no te pase igual que a Ismelda la de Filipinas.

Comenta con facebook