A dar testimonios, gracias y pedir, se espera en la fiesta del centenario de coronación de la Virgen de la Altagracia

"Vamos a salir beneficioso de esa petición, porque la gente va a venir con sacrificios, esfuerzos, si hay sol hay mucho calor, y si hay lluvias pues nos mojamos todos".

SANTO DOMINGO.- La Iglesia católica dominicana se prepara para la gran fiesta que congregará a miles de devotos este 15 de agosto en el Estadio Olímpico, se trata de una celebración nacional de todos los dominicanos, del primer centenario de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia después de 100 años.

Monseñor José Dolores Grullón, obispo emérito de San Juan de la Maguana, dijo en El Despertador que habrá un concierto desde las 8 de la mañana, donde están invitados muchos artistas tantos católicos como del mundo, «y tendremos un concierto lindísimo para cantarle a la Virgen».

«A las 9:30 de la mañana llegará la imagen de la Virgen y ahí se va a recibir unos 500 catecúmenos con instrumentos repartidos, todo el Estadio le cantarán el canto a la virgen», expresó.

Sostuvo que a ese evento se van a dar testimonios, a dar gracias y a pedir.

En tanto que José armando Tavarez, miembro del equipo organizador de la celebración, manifestó que lo que se hará en esa celebración, es un triduo preparatorio, «las actividades podría decirse que inicia el 14 con una misa solemne que se celebrará en la Basílica Catedral en Higüey, y a partir de esa misa habrá un recorrido que acompañará a la imagen de la Virgen de la Altagracia, desde Higüey a Santo Domingo».

Manifestó que en el monumento Fray Antonio de Montesinos,  Monseñor Jesús Castro que es el obispo de diócesis de Higüey se le entregará la imagen de la Virgen a Monseñor Ozoria, y a partir de ahí iniciará una procesión hasta la Catedral Primada.

La celebración incluye remembranzas del origen de la advocación altagraciana y un acto patriótico que organizará la Alcaldía del Distrito Nacional y autoridades oficiales en la Puerta del Conde, lugar donde hará 100 años que se hizo el acto de coronación que autorizó el papa Benedicto XV por gestión de monseñor Adolfo Alejandro Nouel.

El origen de advocación se remonta al siglo XVI con la llegada desde Castilla, España, de los hermanos Alonso y Antonio de Trejo, pero hay quienes afirman que la devoción se remonta al principio de la llegada de los españoles a la isla.