Estoy cansado de oír hablar mal del arro-habichueli-carne, el más excelso producto de la historia patria. Hasta hay gentes de avangard, generalmente de derecha, que no admite que hoy o ayer comieron arro-habichueli-carne, mientras los de izquierda aducen razones contestatarias, por la carestía de la vida y otras protestas populares. Hay toda una ofensiva negatoria de la identidad dominicana. Pero me declaro, sin ningún chauvinismo, contra el menú de guisos y salsas raras, pues no hay nada como una buena “Bandera Dominicana”, especialmente si hay con-con revuelto en el caldero de la salsa… (Bueno, si es que hay salsa).