SANTO DOMINGO.- El comercio virtual, que se extiende exponencialmente a nivel global y abarca todo tipo de mercancías y servicios, no deja fuera la oferta sexual. Y aunque la oferta del cibersexo llegó reciente y tímidamente a República Dominicana, el confinamiento por la pandemia aceleró su presencia y cada vez son más las personas que usan plataformas como Only Fans para vender sus materiales y servicios eróticos.
¿Se puede considerar prostitución ese tipo de actividad en internet? ¿Quiénes buscan más ese tipo contenido, hombres o mujeres?
A la velocidad de un solo “click” y sin moverse de la tranquilidad de su casa, cualquier persona puede vender o adquirir materiales eróticos u ofrecer encuentros sexuales.
Una de las plataformas más utilizadas es Only Fans; aunque no fue creada con esos fines, ese sitio web ha sido aprovechado vender contenido erótico y sexual.
Solo en el país, más de dos mil personas tienen cuentas para ofertar material en esa plataforma, entre ellos un reducido grupo vinculado a temas de acondicionamiento físico y salud, pero la mayoría ofrece fotografías y videos sexuales.
En sus perfiles, los titulares de los perfiles detallan el precio por consumir su contenido de manera semanal, mensual o por año. En promedio, las ganancias de esos perfiles en Latinoamérica rondan los 3 mil dólares.
Un gran porcentaje estas cuentas de Only fans para adultos ofrecen fotografías y videos eróticos exclusivos, pero no sin encuentro o contactos físico. De ahí surge la pregunta, ¿puede considerarse prostitución?
Para la sexóloga Virginia Pérez, la respuesta es clara:
“Todo lo que tenga que ver con sexo y tu recibes algo a cambio obviamente, si tu cobras por un servicio sexual, así sea de exhibición de masturbación pues claro que se debe catalogar como un acto sexual”, dijo la experta.
Mediaciones de las audiencias muestran que hay un segmento de la sociedad cuya presencia y consumo de este tipo de servicios en aumento.
“Hay otras que están dentro de la página y no por una remuneración económica, sino para exhibirse porque tienen quizás rasgos de personalidad histriónico porque le gusta tener muchos “likes”, que le gusta sentir ese morbo que le escriben entonces viene con una situación”, explicó.
El avance tecnológico de estas plataformas, que permite a los usuarios ser al mismo tiempo tanto el producto como la empresa, fomenta el aumento constante de personas que ofertan sus materiales sexuales “on line”. Pero también alienta a otros que ya ofrecían sus servicios cara a cara en las calles, que debido al confinamiento y la pandemia fueron empujados a digitalizarse a tal punto en que ahora la prostitución se ha mudado a la web.
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