SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La sentencia del Tribunal Constitucional conlleva a una privación arbitraria de la nacionalidad y tiene un efecto discriminatorio, dice el Informe Preliminar de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Los miembros de la comisión sin rodeos añadieron que el dictamen tiene tal consecuencia, dado que impacta de manera principal, dice el documento textualmente, a personas dominicanas de ascendencia haitiana.
Las aseveraciones de estos comisionados no deben sorprendernos porque ya juristas, expertos en la materia, adelantaban que el reporte de esta comisión sería negativo.
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Pero ¿por qué se adelantaban a los hechos? ¿Sería porque sabían que estos hombres y mujeres, muchos de los cuales llevan luchando por los derechos humanos durante décadas, escucharían en detalle los testimonios dramáticos de miles de personas posiblemente afectadas por la sentencia? ¿Sería porque sabían que verían con sus propios ojos las condiciones en que viven estos seres humanos en la frontera o en provincias algo olvidadas?
Según me narró el Secretario Ejecutivo de la Comisión Emilio Álvarez Icaza, cuando comenzaron a descifrar la información para redactar el informe dado a conocer hoy, una de las colaboradoras se echó a llorar diciendo y cito “es que yo no puedo”. Habían acabado de regresar de la visita a un batey. Icaza añadió “se le arruga a uno el corazón”.
Son los testimonios y denuncias de 3,994 personas que se acercaron a los comisionados, lo que según ellos, sirvieron de base para el informe preliminar que aseguran elaboraron durante toda la noche del jueves y hasta el amanecer de este viernes. El mismo informe que dice que las autoridades del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo expresaron a la comisión que reconocen la existencia de un problema respecto del ejercicio del derecho a la nacionalidad por parte de personas de ascendencia haitiana y conscientes de la necesidad de encontrar una solución.
Tal vez uno de los mejores testimonios me lo dio la segunda vice presidenta Rosa María Ortiz, quien me relató el impacto que le causó la declaración de una joven en particular que le dijo “Quizás si nos escucharan, nos van a comprender.”
¿Estamos nosotros como país por lo menos dispuestos a escuchar las recomendaciones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos?
¿Estamos dispuestos a hacer todo lo posible por resarcir nuestra imagen ante el mundo en busca de una solución respetuosa de los derechos humanos?
¿Estamos dispuestos a enfrentar los desafíos identificados en cuanto al derecho de la nacionalidad?
Tal vez si escuchamos, comprenderemos.