“No existen vacas sagradas”… ¿Eso dijo? Bueno, aunque él no quiera verlas, este país está lleno de vacas sagradas: Hay muchas vacas sagradas políticas. Muchas vacas sagradas que manejan grandes bancos, grandes industrias y grandes comercios. Hay una enorme cantidad de vacas sagradas en altas funciones del Estado. Agregue más: vacas sagradas clericales (de las que a Dios rogando y con el mazo dando). Ah, y están las vacas sagradas periodísticas, variedad que en los últimos tiempos se han multiplicado demasiado. (Que dizque “No existen vacas sagradas”… ¡Oigan eso! ¡Si aquí hay más vacas sagradas que en la India!).