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29 Marzo 2024

Acceso al agua potable y saneamiento claves para reducir muertes por cólera

El cólera es una enfermedad que se controló hace 150 años en los países desarrollados pero que sigue causando estragos en las naciones más pobres.

GINEBRA.- Casi tres millones de personas se contagian anualmente de cólera, y de ellas más de 95.000 mueren, razón por la cual los principales organismos de salud pública se han unido para acabar con este flagelo, un combate que pasa esencialmente por el acceso al agua potable y al saneamiento.

El cólera es una enfermedad que se controló hace 150 años en los países desarrollados pero que sigue causando estragos en las naciones más pobres.

Por ejemplo, desde que la bacteria se introdujo en Haití en 2010, más de un millón de personas se han infectado y más de 10.000 han fallecido.

Sólo en lo que va de 2017, más de 800 personas han muerto de una epidemia de cólera en Somalia y otras 500 en la República Democrática del Congo, mientras que en Yemen más de 700.000 se han infectado y 2.000 han fallecido.

«El mapa del cólera es esencialmente el mismo que el de la extrema pobreza», denuncia la hoja de ruta elaborada por el Grupo Global para el Control del Cólera (GTFGG, en sus siglas en inglés) y que se presentó hoy en Ginebra.

En el GTFFG están implicadas agencias de la ONU, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef); pero también la alianza público-privada para la vacunación, GAVI; la Fundación Bill y Melinda Gates; la Fundación Mérieux; y los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC).

El objetivo es claro: reducir los decesos de cólera en un 90 %; y lograr que 20 de los 47 países que se ven afectados por la enfermedad la eliminen completamente de aquí a 2030, y que el resto la controlen y la reduzcan a mínimos.

Para ello se debe atajar el origen de la infección: la falta de acceso al agua potable y al saneamiento, dado que el cólera se contagia mediante el agua o comida contaminada con heces.

Esta es la intervención más importante a largo plazo, que debe ser complementada con acciones rápidas y efectivas cuando surgen brotes epidémicos, mediante la distribución de tratamientos (soluciones rehidratantes) y de vacunas, que evitarían el contagio y la propagación de la bacteria.

Estos procesos de vacunación quieren llevarse a cabo especialmente en «zonas calientes», lugares donde la enfermedad es endémica o las pésimas condiciones de saneamiento hacen muy propicia la aparición de la enfermedad.

Sólo en África entre 40 y 80 millones de personas viven en esas «zonas calientes». 

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