WASHINGTON.- Un gran jurado acusó este miércoles a tres policías y dos paramédicos por la muerte en 2019 de un joven negro que fue arrestado en la ciudad de Aurora, Colorado (EE.UU.), usando una técnica de estrangulamiento y a quien después le fue inyectado un anestésico, informaron medios locales.
Elijah McClain, entonces de 23 años, caminaba hacia su casa desde una tienda con una bolsa con latas de té helado, cuando fue detenido por los tres policías tras recibir una llamada sobre la presencia de un sospechoso, según el diario The New York Times.
El gran jurado acusó a Randy Roedema, Nathan Woodyard y Jason Rosenblatt, del Departamento de Policía de Aurora, y a los paramédicos Jeremy Cooper y Peter Cichuniec, del Departamento de Bomberos de esa ciudad.
Los cinco enfrentan cargos de homicidio y homicidio por negligencia criminal, así como de asalto y de delito violento como parte de una acusación formal de 32 cargos.
«Estamos aquí hoy porque Elijah McClain no está aquí y debería estar», afirmó el fiscal general de Colorado, Phil Weiser, nombrado fiscal especial en el caso, al dar a conocer los cargos.
El funcionario lamentó que el joven murió cuando «tenía sólo 23 años».
McClain, según las grabaciones obtenidas durante la investigación, fue sujetado por los brazos, puesto contra una pared y luego sometido en el suelo mediante una técnica de control conocida como «restricción carotídea», que bloquea el paso de la sangre al cerebro y puede causar un breve período de inconsciencia.
Según la acusación, el joven se disculpó con los oficiales y advirtió que no podía respirar.
Los paramédicos le inyectaron ketamina al joven, que ya entonces estaba esposado. La acusación indicó que no revisaron sus signos vitales ni monitorearon a McClain adecuadamente después de administrarle la droga.
El joven fue trasladado inconsciente a un hospital, donde le fue retirado el soporte vital y murió el 30 de agosto de 2019.
La madre del joven, Sheneen McClain, dijo a la cadena CNN que todavía está “procesando” la noticia. “Empecé a llorar porque han pasado dos años”, confesó.
Mientras el padre de McClain, LaWayne Mosely, se declaró “agradecido de que sus asesinos finalmente rindan cuentas”, según un comunicado.
En un pronunciamiento difundido en las redes, la Asociación de Policía de Aurora argumentó que los agentes «no hicieron nada malo» y atribuyó la muerte de McClain a «una combinación de esfuerzo debido a su decisión de resistirse violentamente al arresto y a una condición cardíaca preexistente».
Según la nota, McCain estaba «vivo y hablando» cuando fue entregado por los policías a los servicios de emergencia y puntualizó que «no hay pruebas» de que los agentes «hayan causado su muerte».
En junio pasado, el expolicía Derek Chauvin fue condenado a 22 años y medio de cárcel por el asesinato del afroamericano George Floyd, que se convirtió en un caso simbólico por las protestas raciales que su muerte desencadenó el año pasado en EE.UU., las mayores desde la década de 1960.