SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Decirle adiós a un emprendedor y visionario del calibre de Don Poppy Bermúdez es hacer un recuento de la historia de un caballero que se adelantaba a los tiempos, volcando su sabiduría en beneficio de la sociedad, no solo su querido Santiago.
Por los testimonios que se escucharon este jueves, Don Poppy parece haber sembrado en cada rincón del país, dejando huellas palpables que hoy se cuentan entre sus contribuciones en diversos ámbitos y hablan del legado de este hombre sencillo y cariñoso, que hacía que cada ser humano se sintiera importante.
Este jueves en Santiago se dieron cita familiares, amigos, empresarios, competidores, políticos, historiadores, músicos, comunicadores, y gente del pueblo, en fin personas que conforman todo el espectro de nuestra sociedad, que juntos recordaban los logros de este hijo de la Ciudad Corazón.
Cuantos halagos y cuantas anécdotas del hombre que defendió la libertad de expresión precisamente a través de este canal Color Visión, planta televisora que diseño como una pieza artesanal, trabajando en su montaje, velando cada detalle y creando un espacio variado, valorando el trabajo de la juventud y dando cabida a la diversidad, independencia y el libre juego de las ideas.
Sus aportes en al mundo empresarial son incalculables. Pero ganarse el respeto de todos por su sensibilidad social y solidaridad con las causas de interés general, como su compromiso con la educación y la defensa al medio ambiente, no tiene precio.
En vida brilló por su sencillez y su trato fino. Ahora brilla su legado que obliga a las nuevas generaciones, a las que tenemos en las manos el poder de generar cambios para nuestro país, a reflexionar, seguir su ejemplo, sembrar, cosechar y dejar huellas para juntos poder decir que la vida de Poppy Bermudez no fue en vano.