Adolescente secuestrado vivió un “infierno” por abusos de sus raptores

Casa donde estaba el joven secuestrado.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Al adolescente secuestrado por 23 días en una casa en Boca Chica, los raptores le hicieron vivir días de “infierno”, con maltratos psicológicos a él y a sus parientes, quienes señalan como responsable a una mujer relacionada con la madre de la víctima.

Eddy Luna y Yolanda Canela, padres del menor de edad dijeron que los delincuentes lo amenazaban de muerte día por día, entre muchas otras cosas que le decían para mantenerlo atemorizado y en una zozobra constante.

Dicen que el muchacho no duerme, que está traumatizado y que necesita mucha ayuda y asistencia profesional.

Con sadismo. En una rueda de prensa en la Policía Nacional, los familiares del joven contaron que cuando pedían a los secuestradores una prueba de vida de su hijo, ellos les respondían diciendo que les enviarían una pierna, un brazo o cualquier parte mutilada de su cuerpo.

«Ella quiere prueba de vida, le vamos a enviar la cabeza de su hijo -me decían cuando negociábamos-«, narró la madre a la prensa. «Le vamos a enviar un pie (decían), y él escuchaba todo eso. Incluso, el niño me dijo que le dijeron: Si pasa del día tal, te vamos a matar, y me dijo que se iba a ahorcar, que no lo hizo porque estaba amarrado, pero se iba a ahorcar antes de que ellos llegaran», continuó en su relato.

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El domingo, la Policía informó del rescate del joven, al que encontró amarrado debajo de una cama en una casa en construcción que luce abandonada en La Caleta, Boca Chica. Estaba deshidratado.

Sospechosa. Yolanda Canela responsabilizó a una amiga, Ingrid Grisell Mateo, como la supuesta autora intelectual del secuestro. La mujer es una clienta del gimnasio de Canela, negocio frente al cual fue secuestrado el joven de 16 años. Asegura que Mateo actuó por envidia ante el éxito de su negocio.

En cambio, el padre de la víctima sostiene que ni él ni ningún relacionado tuvieron que ver con el rapto y que si hasta el momento no había dado la cara es porque se sentía muy afectado con la tragedia familiar.

La policía informó que continúa apresando integrantes de la banda actuante, integrada en su mayoría por descendientes de haitianos. Hasta el momento, hay ocho detenidos, cinco prófugos y decenas de personas bajo investigación.