Puerto Príncipe.- La Oficina Nacional de Aviación Civil (OFNAC) haitiana informó este martes el reinicio de las operaciones del aeropuerto internacional Toussaint Louverture, el principal del país, cerrado en noviembre pasado tras los atentados perpetrados por bandas armadas contra varios aviones de compañías aéreas internacionales.
Se tiene contemplado que la terminal aérea comience a recibir vuelos internacionales a partir de este miércoles, según la información oficial.
El 11 de noviembre, bandas armadas pertenecientes a la coalición Vivre Ensemble (Vivir Juntos) atacaron el aeropuerto de Puerto Príncipe, algunos de cuyos disparos alcanzaron un avión comercial de Spirit Airlines que se disponía a aterrizar en la terminal.
La aeronave alzó vuelo de nuevo y aterrizó en el aeropuerto internacional Cibao, en Santiago (norte, segunda ciudad de República Dominicana).
Varias otras aeronaves también fueron alcanzadas por proyectiles durante el ataque, que formaba parte de una nueva ofensiva lanzada por la coalición criminal dirigida por Jimmy Cherisier, alias Barbecue, expolicía convertido en poderoso jefe de banda.
«Este cierre temporal del aeropuerto tiene importantes consecuencias sobre los ingresos de la OFNAC y de la Autoridad Aeroportuaria Nacional (AAN)», recordó el Consejo Presidencial de Transición (CPT) en una nota en la que informaba de la celebración de una reunión entre el presidente del CPT, Leslie Voltaire, y el director general de la OFNAC, Joseph Lauren Dumas.
La reapertura del aeropuerto supone un motivo de aliento para un país diezmado por la violencia desmedida de las bandas armadas que controlan entre el 80 % y el 85 % de Puerto Príncipe y otras zonas de la nación.
Haití expresó este martes su consternación y repudio tras la reciente matanza de más de 180 personas en Cité-Soleil, el mayor barrio de chabolas del país, ordenada por el jefe de la banda Wa Mikano (‘Rey Mikano’). La mayoría de las personas asesinadas eran ancianos.
La zona de la masacre permanecía inaccesible hoy debido a la prohibición impuesta por el líder de la banda que impedía a cualquier persona abandonar el lugar en el que el fin de semana tuvo lugar la matanza, bajo el pretexto de que un hijo suyo había sido objeto de brujería.