AL EMBAJADOR-USA Y AL CARDENAL-RD

AL EMBAJADOR WALLY:

Usted, embajador de los EEUU, James (Wally) Brewster no es criticable porque sea gay  y asuma públicamente su pareja en sociedades plagadas de prejuicios y discriminaciones. Ese es su derecho, su opción sexual, su manera de unirse en el amor con otro ser humano, que por demás ambos defienden  sin hipocresía. Creo justo su reclamo al Cardenal y a otros de su clase de respeto a  la valiente actitud asumida por los dos.

El problema consiste en que en su caso la justa defensa de ese derecho de las personas esté totalmente divorciada de la defensa de los derechos colectivos de los pueblos y de  muchos otros derechos individuales.

Usted es embajador de la potencia más criminal y ladrona de la historia moderna, históricamente aliada a gobernantes escorias de la humanidad; aunque a veces, por conveniencia política, le den la espalda  y los dejen colgando en el clavo ardiente, para luego volver a retomar esa ruta fangosa con nuevos personeros.

De saqueo y masacres de “lesa humanidad” no hablemos. Sus jefes políticos y militares han alcanzado las más altas notas en esas materias.

Igual no veo mal lo que usted ha dicho sobre la corrupción en nuestro país. Poco me lo encuentro, porque en los ejemplos que esgrime solo se refiere a los empresarios y a los inversionistas extranjeros como víctimas, obviando que una parte importante de ellos son tremendos corruptores y grandes beneficiarios de  ella; y silenciando de paso la gran corrupción de las elites estadounidenses, de sus corporaciones, de su complejo militar industrial, de la CÍA…

Igual, cuando se refiere a la corrupción de aquí, oculta la corrupción de  generales, presidentes y jefes políticos favoritos de EEUU en determinado periodo.

Que si  usted es o no intervencionista, no está en discusión. EEUU solo reconoce su propia soberanía y cada vez que puede o lo requiere atropella la de los demás, llegando al colmo de ocupar militarmente territorios ajenos, apropiarse de recursos valiosos por la fuerza o el engaño, destruir naciones, instalar base militares en todo el mundo, desconocer la diversidad de civilizaciones, ejercer el racismo, actuar como gendarme internacional en todos los planos y convertirse en juez implacable contra el resto de la humanidad.

Todos sus embajadores son grandes intrusos, más que por lo que hacen y cómo lo hacen que por lo que dicen. Usted no es la excepción. La prepotencia, el dictado, el intervencionismo, son componentes de su cultura imperialista.

AL CARDENAL LOPEZ RODRÍGUEZ:

Usted, Cardenal López Rodríguez, no es criticable por haber optado ser célibe, ni tampoco si lo dice y no lo es. Esa es su opción.

Menos podría objetársele que proteste ante una intromisión de un embajador extranjero.

Lo sospechoso es que Usted casi siempre explota cuando alguien defiende los derechos de los inmigrantes haitianos/as o critíca la negación de la nacionalidad a los/as dominicanos/as descendientes de familias haitianas; y lo hace con una ira especial cuando algún extranjero esgrime los compromisos internacionales del país en ambas vertientes.

Lo grotesco de su parte es que si quien habla de esos temas es un embajador gay, entonces  –fuera de tema- le enrostre su opción sexual y desate su homofobia contra él.

Lo sucio es que por esa razón, con toda la ironía del mundo, lo mande a encerrar con su pareja en la embajada o proponga, lleno de rabia, enviarlo de patita -sin ser esas sus funciones- a su país de origen.

Lo escandalosamente contradictorio es hablar de soberanía y patriotismo y ser guate de Balaguer y de Leonel, oponiéndose sin rubor –como lo hizo la Cámara Americana de Comercio y la Cámara Minera- a que Loma Miranda sea Parque Nacional.

Cancelar visas  estadounidenses  no tiene valor ético en sí mismo. Devolverlas a sus emisores tampoco. Tales anuncios lucen ser manejos mediáticos de ambas partes.

Los pastores de alma no deben ser ogros elitistas, ni agresores de la “chusma” (término despectivo para estigmatizar la población más empobrecida). Menos le cuadra ser generales del ejército, capaces incluso de exhortar a una policía asesina y corrupta a matar ladrones o supuestos ladrones procedentes de los barrios excluidos.

Nicolás:

Es difícil  que a  estas alturas Usted cambie de carácter y de forma de pensar. Genio y figura hasta la sepultura, reza el sabio refrán.

Por eso, ahora que hay Papa sencillo, flexible, modesto y hasta tolerante y/o respetuoso frente tantas formas de ser  de los/as componentes de la sociedad humana -una parte de los/as cuales han sido injustamente estigmatizados/as por la facción cavernícola de la Iglesia Católica (facción a la cual usted pertenece)- solo nos queda esperar que lo antes posible Francisco se apiade del pueblo dominicano y le ponga fin a tanta vergüenza, atropellos  y groserías en nombre de un supuesto “principado” de esa institución.