BEIRUT.– Al menos 15 personas murieron y otras 40 permanecen desaparecidas después de ser sorprendidas por una emboscada del grupo yihadista Estado Islámico (EI) mientras recogían trufa en la provincia de Hama, en el noroeste de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Combatientes de la formación terrorista atacaron ayer al grupo de recolectores en una zona desértica a las afueras de la localidad de Salamiya, donde mataron a puñaladas al menos a 15 de ellos, según un comunicado de la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
La organización precisó que siete de los fallecidos eran civiles y los ocho restantes pertenecían a una milicia tribal, mientras que otras 40 personas continúan en paradero desconocido desde que tuvo lugar el asalto.
Durante la temporada de recolección de trufa, es habitual que se produzcan este tipo de ataques, dado que para obtener el preciado producto muchos ciudadanos se adentran en áreas consideradas peligrosas en las que están activas células del EI o hay minas plantadas en los caminos.
De acuerdo con el Observatorio, un kilo de trufa se vende por el equivalente a unos 10 dólares, si bien su precio llega a superar los 24 dólares en la capital del país árabe.
Siria está sumida en una grave crisis económica y cerca del 90 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, en momentos en que el país vive su peor crisis humanitaria desde el estallido del conflicto armado hace casi doce años.
A mediados del mes pasado, al menos 68 personas fueron asesinadas a tiros por miembros del Estado Islámico cuando recogían trufa en la vecina provincia de Homs.
El grupo yihadista fue derrotado territorialmente en el país en marzo de 2019, pero todavía mantiene células en activo en varios puntos del desierto central de Badia, que se extiende por varias provincias sirias y cuya orografía ayuda a la superviviencia de estos grupos.