Al menos 56 muertos en choques entre tropas y rebeldes en el norte de Siria

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó hoy de que las fuerzas leales a Damasco, con el apoyo de las rusas, han intentado repetidamente hacerse con el control de las localidades de Tel Meleh y Al Yabín, que las facciones opositoras conquistaron a principios de junio.

Según la ONG, al menos 32 uniformados perecieron en los combates y por el impacto de cohetes lanzados por sus enemigos, que incluso consiguieron alcanzar un avión del Ejército sirio con un proyectil antiaéreo.

Mientras, en las filas opositoras se produjeron 24 víctimas mortales, incluidos 17 combatientes yihadistas, en los choques y ataques aéreos y de artillería del Ejército sirio y su principal aliado, Rusia.

El Observatorio detalló que los aviones de combate han efectuado más de 150 incursiones aéreas y las tropas terrestres han lanzado más de 600 proyectiles en los frentes de Tel Meleh y Al Yabín, y áreas próximas.

Por su parte, la agencia de noticias estatal siria, SANA, aseguró que las unidades del Ejército han atacado de forma «intensa» con misiles las posiciones de «los grupos terroristas» en Tel Meleh y Al Yabín, y han causado bajas en las filas enemigas, sin precisar el número de muertos o heridos.

Según SANA, las tropas comenzaron sus ataques con misiles y de artillería para evitar la expansión de los combatientes del «Frente al Nusra», tal y como se denominaba la facción siria de Al Qaeda antes de distanciarse de la red terrorista.

La agencia estatal acusó a los yihadistas de atacar con proyectiles los pueblos «seguros» de la zona, que están bajo el control de las fuerzas gubernamentales, y de causar decenas de muertos y heridos civiles, y daños en sus propiedades.

El Ejército sirio y sus aliados han intensificado desde finales de abril su campaña en el norte de Hama y el sur de Idlib, donde todavía tienen presencia los grupos armados opositores, y la violencia ha causado más de 500 muertos civiles, según el Observatorio.

La provincia de Idlib (noroeste) está controlada en gran parte por la exfilial siria de Al Qaeda y otros grupos islamistas opositores a Damasco.