MANILA.- Al menos 85 personas fueron rescatadas tras incendiarse un barco en Filipinas, mientras que las autoridades intensificaron este sábado los trabajos de búsqueda para localizar a dos pasajeros desaparecidos, informaron fuentes oficiales.
La guardia costera filipina reportó esta mañana que dos pasajeros que estaban en el buque MV Asia Filipinas, que transportaba a 87 personas y se incendió a aproximadamente una milla náutica al suroeste del puerto de la provincia Batangas la noche del viernes, siguen desaparecidos.
Sin embargo, apuntó que, «mientras las búsquedas e investigaciones continúan», las autoridades también intentan averiguar la posibilidad de que ambos hayan sido rescatados pero «no han sido propiamente documentados».
«Ello debido a la posibilidad de que (los pasajeros) fueron rescatados de inmediato y se fueron a casa antes de la documentación o porque sus nombres aparecieron dos veces en la lista», señaló la institución en un comunicado.
La embarcación, operada por la compañía Starlite Ferries, se incendió cuando estaba a punto de atracar en el puerto de Batangas la víspera, lo que llevó a que muchos de los pasajeros se arrojaran al agua debido a la rápida propagación de las llamas en medio de los fuertes vientos.
De acuerdo a la guardia costera, además de los desaparecidos, al menos una persona resultó herida en el accidente, se trata de una mujer de 43 años que fue ingresada en un hospital, aunque su estado de salud es desconocido.
Las investigaciones preliminares indicaron que las 16 cargas rodantes a bordo no sufrieron daños y que «no había rastros de derrames de petróleo» alrededor del barco, que contaba con unos 16.000 litros de diésel almacenado en el tanque de combustible.
El incendio fue controlado cerca de tres horas después y sus causas aún son inciertas.
«Un equipo conjunto de la guardia costera, la Oficina de Protección contra Incendios, la Policía Nacional de Filipinas y la Unidad de Operaciones Especiales se ha desplegado» para investigar los hechos, puntualizó el comunicado.
Los accidentes marítimos son comunes en el archipiélago filipino debido a una combinación de frecuentes tormentas, las malas condiciones de los barcos y las constantes irregularidades en las normas de seguridad, especialmente en las provincias más remotas.
Esta semana, la tormenta Ma On dejó un rastro de destrucción en Filipinas tras tocar tierra el pasado martes con fuertes vientos que llegaron a alcanzar los 180 kilómetros por hora, lo que resultó en la muerte de al menos tres personas y obligó la suspensión de las clases y otros servicios en buena parte del país.
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