Gaza. – Al menos cinco personas murieron este miércoles, uno de ellos trabajador de la UNRWA, y al menos otras 22 resultaron heridas, en un bombardeo contra un centro de distribución de esta agencia de la ONU en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
«Un trabajador de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), un policía y tres civiles murieron hoy en el ataque», confirmaron a EFE fuentes del servicio de emergencias.
Por su parte, en un comunicado castrense difundido a los medios horas más tarde, el Ejército israelí aseguró haber matado a un miliciano de Hamás, identificado como Muhamad Abu Hasna, en un ataque áereo «preciso» en Rafah, y responsabilizó a Hasna de desviar ayuda humanitaria hacia manos de Hamás y de coordinar «una sala de operaciones de inteligencia» encargada de informar de las posiciones de soldados a milicianos de Hamás.
Según datos de la UNRWA, al menos 165 de sus trabajadores han perdido la vida durante esta ofensiva israelí, mientras que más de 150 de sus instalaciones en la Franja han sido dañadas en cinco meses de guerra por tierra, mar y aire.
En total, más de 400 palestinos han muerto por fuego israelí mientras esperaban el reparto de ayuda desde el pasado 29 de febrero, según el Gobierno de Gaza controlado por Hamás, día en el que tuvo lugar la apodada «Masacre de la harina».
Al menos 118 gazatíes murieron y más de 700 resultaron heridos ese día, cuando unas 12.000 personas esperaban la llegada de un convoy de ayuda cuando, según el Ejército, la muchedumbre hambrienta se abalanzó sobre los camiones en una estampida que provocó muertes por asfixia. Pero fuentes palestinas aseveran que las víctimas presentaban heridas de bala y metralla.
Ayer mismo, nueve personas fallecieron y una veintena resultaron heridas en otro ataque israelí contra quienes esperaban la llegada de un convoy humanitario también en la ciudad de Gaza.
En total, alrededor del 60 % de la infraestructura de Gaza, donde vivían 2,3 millones de personas antes del conflicto se ha visto afectada, y solo 7 de los 23 centros de salud que la UNRWA tenía en el enclave hoy siguen abiertos.
Desde el 7 de octubre, al menos 31,272 gazatíes han muerto -el 72% de ellas son mujeres y niños-además de más de 73.000 heridos, según datos del Ministerio de Sanidad. Otros 8.000 cuerpos se estima que siguen atrapados bajo los escombros.