Kabul.- Al menos diez personas murieron y unas sesenta resultaron heridas este jueves en un atentado con explosivos en una mezquita chií en el norte de Afganistán, en un nuevo ataque esta semana dirigido hacia esta minoría en pleno mes sagrado de Ramadán.
La explosión tuvo lugar durante el rezo del mediodía en una mezquita chií en la ciudad de Mazar-e-Sharif, capital de la provincia de Balkh, donde según el cómputo inicial diez personas murieron y otras 20 resultaron heridas, dijo a Efe el director provincial de Información y Cultura, Molavi Mohammad Norani.
El director del Hospital regional Abu Ali Sina, Ghousuddin Anwari, situó en declaraciones al canal local Tolo el número de fallecidos en cinco y elevó los heridos hasta 65.
Se trata del segundo día esta semana con atentados importantes contra la minoría chií en Afganistán, después de que el martes se produjeran varias explosiones en dos centros educativos en el barrio de la minoría chií hazara de Dashte Barchi, en el oeste de Kabul, causando al menos 6 muertos y 25 heridos, según el dato oficial.
Varios activistas sugieren sin embargo que el número de víctimas es bastante superior al ofrecido por los fundamentalistas, sin ofrecer un balance preciso.
Ningún grupo ha reclamado todavía la autoría de estos atentados, aunque suelen ser reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que tiene entre sus principales objetivos a los chiíes, a los que considera apóstatas.
El pasado octubre, durante dos viernes consecutivos, la minoría chií sufrió dos atentados en mezquitas chiíes en la provincia norteña de Kunduz y en la meridional Kandahar.
Esos atentados suicidas causaron al menos 80 y 60 muertos, y más de un centenar de heridos, y el último ataque de relevancia en una mezquita ocurrió el pasado 6 de abril, en el que una persona perdió la vida y otras cinco resultaron heridas cuando un individuo lanzó una granada durante las oraciones en un importante templo de Kabul.
La comunidad chií hazara vivió uno de sus peores atentados en la capital afgana en mayo del año pasado, cuando un atentado contra una escuela femenina dejó 110 muertos, en su mayoría niñas, y 290 heridos, según datos de la Fundación Hazara.