REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, calificó este domingo de «genocidio» las presuntas ejecuciones sumarias de varios cientos de civiles en el suburbio de Bucha y en otras zonas al norte de la capital ucraniana.
«Sólo se puede describir como un genocidio,» declaró al tabloide alemán «Bild» y agregó que se trata de «crueles crímenes de guerra» de los que habrá de rendir cuentas el presidente ruso, Vladímir Putin.
Klitschkó subrayó que los civiles sin vida hallados en las calles de Bucha tras la retirada de las tropas rusas «tenían las manos atadas a la espalda,» tal y como puede verse en las fotografías difundidas por medios internacionales.
«Para todo el mundo y en particular para Alemania sólo puede haber una consecuencia: Rusia no puede recibir ni un céntimo más,» demandó el alcalde de Kiev y pidió la implementación de un embargo a las exportaciones de gas y petróleo rusos.
«Es dinero ensangrentado, que se usa para masacrar a personas,» argumentó.
El alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk, denunció este sábado que a la llegada de las fuerzas ucranianas las calles estaban sembradas de cadáveres y que familias enteras habían sido asesinadas, «niños, mujeres, abuelas, hombres,» según dijo.
El alcalde agregó que los cadáveres de 280 personas habían sido enterrados en una fosa común.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) afirmó este domingo tener indicios de que el Ejército ruso está cometiendo posibles crímenes de guerra en las áreas bajo su control, entre ellos ejecuciones sumarias de civiles.