SANTIAGO.- El alcalde de Santiago, Abel Martínez, expresó su pesar por la muerte del menor de edad de 12 años en momentos en que el padre del fallecido era detenido por agentes policiales, alegadamente por tener la música muy alta durante el desarrollo del carnaval de esta ciudad.
“Las imágenes que vemos en las redes sociales son simplemente desgarradoras. No entendemos cómo durante el desarrollo de una tradicional actividad cultural en la que participan miles de familias, se asignen agentes policiales sin la preparación suficiente para custodiar a la ciudadanía y se realice un operativo por contaminación sónica, en una celebración de esta naturaleza, en la que nunca antes se había producido un suceso de esta índole”, expresó Martínez a través de un comunicado de prensa.
El lamentable hecho pone una vez más el dedo sobre la llaga en torno a la Reforma Policial y la necesidad de que los agentes de la Policía Nacional que son asignados en labores de contacto con la ciudadanía, tengan un perfil adecuado y sean capacitados con los protocolos necesarios para estas labores.
“No es posible que, en un ambiente festivo, público, se envíen equipos policiales como si estuviéramos en Ucrania o en operativo de alto riesgo, con agentes fuertemente armados, con pasamontañas y una parafernalia innecesaria para estar entre personas que simplemente disfrutan sanamente, sin armas, en familia y peor aún, irse para preservar la integridad del agente que disparó y dejar tirado a su suerte al niño herido.
Es algo insólito. Esta muerte nos llena de gran dolor y debe llamar a la reflexión en torno a la Reforma Policial, la cual se encuentra un proceso de inercia y letargo”, manifestó Martínez.
El alcalde de Santiago recomendó que desde el cuerpo del orden se trabaje en la capacitación del personal llamado a preservar los derechos de la ciudadanía, y abogó por una depuración profunda y seria en ese sentido. “No podemos seguir con agentes policiales que no tienen ni la capacidad, ni el control emocional para tener un arma de fuego, la cual, muchos asumen como una licencia abierta para matar.
Preservar la seguridad y el orden público, no es lo mismo que combatir la criminalidad en las calles, que tampoco se está realizando con eficacia”.