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Alcaldes de Río anuncian medidas para contener posible huelga de policías

El alcalde de Niteroi, Rodrigo Neves, informó que dará una ayuda financiera de 3.500 reales (unos 1.120 dólares) en un pago único a todos los policías que actúan en el municipio.

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RÍO DE JANEIRO.- Algunos alcaldes de ciudades del estado de Río de Janeiro anunciaron hoy medidas para contener una posible huelga de la policía militarizada en una jornada de protestas en varios batallones, a la que se sumaron incidentes violentos registrados en la zona norte de la capital regional.

El alcalde de Niteroi, Rodrigo Neves, informó que dará una ayuda financiera de 3.500 reales (unos 1.120 dólares) en un pago único a todos los policías que actúan en el municipio.

«Sabemos que la seguridad pública es una atribución constitucional de los estados y acreditamos que es fundamental la cooperación que estamos realizando con las fuerzas policiales», afirmó Neves en las redes sociales.

Por su parte, el alcalde de Macaé, Aluizio dos Santos, se comprometió a ingresar la paga extra de Navidad de los agentes, que todavía estaba pendiente, con objeto de evitar la crisis de seguridad que vive el vecino estado de Espíritu Santo.

«Es el momento de hacer esfuerzos y sacrificios. La seguridad del ciudadano no puede estar en juego», agregó el dirigente en una alocución publicada en redes sociales.

Al menos 121 personas han muerto en condiciones violentas en Espíritu Santo desde el sábado, cuando la policía militar inició una huelga en protesta por la falta de inversión en materia de seguridad, según el Sindicato regional de los Policías Civiles.

En el estado de Río de Janeiro, 27 batallones registraron hoy protestas, aunque solo cuatro fueron bloqueados y el 95 % de los uniformados trabajan con normalidad, según apuntó en rueda de prensa el Secretario de Seguridad Pública regional, Roberto Sá.

«Los bloqueos crearon una dificultad mayor, pero no interfirieron a la hora de patrullar», manifestó.

En Río, la capital, las concentraciones se sucedieron desde primera hora en varios cuarteles del norte y centro de la ciudad y en Campo Grande y otras localidades de la llamada Baixada Fluminense, una de las zonas mas violentas del estado.

Habitantes de esas zonas denunciaron robos, saqueos masivos y agresiones en el metro, creando un clima de inseguridad, que ha empeorado desde el sábado, día en el que comenzó la crisis en Espíritu Santo, y que hoy obligó a algunos comerciantes a cerrar sus negocios por el riesgo de posibles saqueos.

En el barrio de Jacarezinho varias escuelas cerraron sus puertas dejando centenares de alumnos sin aulas, mientras que en Bonsucesso, localidad en el norte de la ciudad, hubo varios robos, de acuerdo con las informaciones de la Policía Militarizada, que arrestó a dos sospechosos por estos hechos.

«Nuestra estrategia es tranquilizar a la población hoy, mañana y pasado. Este (la policía) es un servicio esencial y nos vamos a abrir la mano con esto», declaró Sá, quien restó importancia a los incidentes ocurridos en algunos puntos de la capital carioca y recomendó no hacer caso de los rumores porque «causan pánico».

En un intento por frenar el malestar de los policías y en línea con los alcaldes mencionados, el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, anunció esta semana una subida del 10,22 % para funcionarios de seguridad y educación.

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