Alemania ha probado la semana laboral de cuatro días y tiene claro su veredicto: no quieren volver a la de cinco

Las conclusiones del estudio realizado en Alemania son muy similares a las que se han ido extrayendo en otros territorios como Portugal o Sudáfrica. Y sobre todo dan la razón a Steve Jobs si revisamos por qué ha mejorado la productividad en muchas de las empresas que han participado en el proyecto.

REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La reducción de la jornada laboral en España está a punto de ser una realidad o al menos eso se persigue desde el Gobierno. La situación está actualmente bloqueada a falta de negociaciones entre sindicatos y patronal, a la par que van surgiendo estudios relativos a los países en los que ya se ha aplicado el cambio de una jornada laboral de cinco días por semana a una de cuatro.

Alemania ha sido el último ejemplo y en los primeros estudios preliminares surge una conclusión que, se modifique más o menos el porcentaje, es clarísima: el 73% de las empresas no ven vuelta atrás. Y esto es algo que directamente se vincula a los sistemas de trabajo que Apple tiene en buena parte del mundo.

Hace más de un año que el Alemania comenzó un experimento con la jornada laboral bajo la fórmula 100-80-100 (100% de sueldo, 80% de horas y 100% de productividad). Fueron muchas las empresas interesadas, aunque sólo 45 se acogieron, teniendo diferentes perfiles en cuanto a sector o tamaño para poder extrapolar mejor el impacto real que tendría una reducción de jornada en todo el país.

Esas empresas han empezado ahora a expresar sus conclusiones y, en general, son bastante positivas. La idea principal que se extrae es que no por trabajar menos se rinde también menos. De hecho, mientras que en la mayoría la productividad se ha mantenido, en otras tantas ha aumentado incluso.

Tanto empresas como empleados están contentos con la jornada de cuatro días, siendo de un 73% la satisfacción de las compañías y de un abrumador 94% por parte de los trabajadores. De estos últimos, un 50% afirma que su bienestar mejoró bastante, un 13% aseguraba que mejoró en algunos aspectos y un 31% afirmaba que había mejorado un poco. El 6% restante afirmó no haber notado ninguna mejoría.

Los motivos de la mejora dan la razón a Steve Jobs

Las conclusiones del estudio realizado en Alemania son muy similares a las que se han ido extrayendo en otros territorios como Portugal o Sudáfrica. Y sobre todo dan la razón a Steve Jobs si revisamos por qué ha mejorado la productividad en muchas de las empresas que han participado en el proyecto.

De entre todo, destaca como un 60% de las empresas redujo la frecuencia y duración de las reuniones, demostrando así de forma indirecta cómo al final muchas de esas juntas pueden ser intrascendentes o, cuando menos, no son estrictamente necesarias. Steve Jobs odiaba las reuniones y, entre otras cosas, era por eso mismo. “Frenan la productividad y matan la creatividad”.

Tanta era la inquina del cofundador de Apple hacia las reuniones que incluso estableció un día libre de ellas. Eran los jueves, días en los que salvo una urgencia real y de gran calado estaba prohibido realizar reuniones, potenciando así que durante ese día todos tuviesen una tarea en la que centrarse y ser más productivos.

En cierto modo, la Apple actual también experimenta con las jornadas. Al menos para aquellos que no tienen una jornada completa de 40 horas, sino de menos. Tal y como contábamos hace unas semanas, en Applesfera pudimos saber que algunos trabajadores con contrato de 32 horas estaban viendo que Apple estaba reorganizando sus días de trabajo para darles más días completos de descanso.

En concreto conocimos un caso en el que en lugar de ir a trabajar seis horas diarias durante cinco días, lo que se hace es amoldar todo en jornadas de alrededor de ocho horas para así tener un calendario de cuatro días. El trabajador echa más horas cuando le toca ir, pero a cambio gana un día completo de descanso.

El caso es que cada vez se realizan más pruebas como las de Alemania con conclusiones claras: la mayoría prefiere una jornada más corta. Y aunque hay patente un temor por parte de las empresas acerca de una reducción de la productividad, lo cierto es que todos estos estudios demuestran también como en el peor de los casos se mantiene y en amplios porcentajes se ven incluso mejorías.