SANTO DOMINGO.- Propietarios de comercios ubicados en las cercanías del Templo Shalom, del que es pastora Rossy Guzmán y su hijo, aseguran que no les sorprendió que estén ligados en el entramado de corrupción para desviar fondos millonarios de las instituciones armadas que se dio a conocer en la Operación Coral, debido al tipo de actividades que realizaban en el lugar.
Mientras que para residentes de la zona y el dueño del local donde la iglesia evangélica lleva cuatro años fue totalmente sorpresivo que saliera a relucir el nombre de Guzmán en los expedientes del Ministerio Público.
Aunque su propietaria está acusada de desviar fondos millonarios, la iglesia está ubicada en un sencillo y pequeño local del sector Cristo Rey, en la avenida Nicolás de Ovando.
De acuerdo con el propietario del establecimiento, Eladislao González, Guzmán rentó el local en el 2017 por la suma de 25 mil pesos, los cuales fueron pagados al día hasta hace tres meses.