SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Semana Santa pudo haber iniciado con una masacre. Los acontecimientos en el pequeño poblado de Maimón, Puerto Plata, donde las autoridades dispersaron a manifestantes con bombas lacrimógenas y decenas de tiros al aire nos lleva a preguntarnos si la Policía no está preparada para otra cosa que no sea disparar, o sea apretar el gatillo alegremente y dar golpes a personas que ya estaban detenidas y reducidas a la obediencia, provocando lo que a todas luces es un abuso policial.
Hay versiones de que los manifestantes estaban realizando una vigilia, mientras que otras indican que estaban obstaculizando el tránsito en la carretera Puerta Plata- Navarrete en el tramo Puerto Plata-Imbert.
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Sin embargo, es inaceptable el exceso de violencia con que la Policía y miembros de las Fuerza Aérea Dominicana manejaron la situación.
Ahora que tanto se habla de reforma, la Policía tiene que tener la capacitación necesaria para manejar conflictos de esta índole de una forma que no exponga a nadie a sufrir heridas y posiblemente la muerte.
Los hechos ocurrieron en una zona habitada, donde hay mujeres, niños, ancianos, que vivieron momentos de gran tensión huyendo despavoridamente. La Policía tiene el deber de mantener el orden y la seguridad, pero tiene que garantizar esto sin violar los derechos de los ciudadanos a protestar y alzar su voz, principios consagrados por la Constitución en un Estado que proclamamos es una democracia.
Hacemos un llamado al Jefe de la Policía, que en tantas ocasiones ha nombrado comisiones para investigar hechos, pero que en esta oportunidad su respuesta ha sido el silencio.