SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Arzobispo de Santiago ha advertido, en un lenguaje directo y con la responsabilidad pastoral que le caracteriza, los principales males que afectan a la sociedad dominicana.
En realidad no se trata de un sorprendente descubrimiento, ya que la mayoría de los puntos son bien conocidos, pues los ciudadanos padecen de una u otra sus consecuencias.
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Lo significativo es que expuso los puntos con coraje y claridad, durante una homilía y en presencia del presidente Medina, como parte de los actos conmemorativos de la Batalla del 30 de Marzo.
En lugar de utilizar una retórica meramente histórica en el marco de la conmemoración de esta fecha, el prelado de forma descarnada abordó estos siete intranquilizantes aspectos, entre los que se destacan el narcotráfico, la inseguridad ciudadana y el tráfico de armas.
También hizo un llamado a cerrar filas en un combate a la corrupción, por figurar entre nuestros principales males sociales, junto al machismo y la explotación sexual y comercial de la mujer.
A diferencia de otras voces, a las que se podría atribuir en ocasiones un espíritu alarmista para sobredimensionar hechos con fines ulteriores, monseñor de la Rosa y Carpio está exento de cualquier suspicacia, pues su papel ha estado siempre en defensa del interés general y de los más necesitados.
De ahí su énfasis en que se libre una batalla frontal contra la pobreza y la ignorancia, por ser dos males que impiden a los ciudadanos actuar con plena libertad.
Por la valentía de su exposición ante el Presidente, de la Rosa y Carpio hizo de hecho una virtual carta pastoral que vino a suplir, con mayor firmeza, crítica y enunciativa, pronunciamientos de la Iglesia y de sus obispos que han sido percibidos como tímidos.