Washington.- El gigante del comercio electrónico Amazon perdió entre enero y septiembre de este año 3.000 millones de dólares, una caída a números rojos después de haber registrado beneficios netos de 19.041 millones en el mismo período de 2021.
Las pérdidas de Amazon durante los primeros nueve meses del año se deben fundamentalmente al desplome en el mercado de valores de la empresa de fabricación de vehículos eléctricos Rivian, en la que la firma de comercio electrónico tiene una participación importante desde 2019.
Pese a los números rojos, la compañía que dirige Andy Jassy tuvo una facturación durante los pasados nueve meses por encima de la del mismo período del ejercicio anterior, al pasar de los 332.410 millones de dólares de ingresos a los 364.779 millones.
La gran apuesta que Amazon hizo en 2019 por los vehículos eléctricos del fabricante estadounidense Rivian lleva pasando factura a la firma de Seattle desde comienzos de año, puesto que desde su salida al mercado a finales de 2021, la automovilística ha visto reducido su valor bursátil a una cuarta parte.
Por su parte, los accionistas de Amazon se dejaron en lo que va de año 29 centavos de dólar por título, frente a las ganancias de 1,88 dólares anunciadas en septiembre del año pasado.
Rivian, que compite directamente con Tesla, de Elon Musk, debutó en el mercado de valores el pasado 10 de noviembre, con una subida del 37 % sobre su precio fijado, en la que se considera la mayor salida a bolsa de 2021 en Estados Unidos.
Ese día, Rivian empezó a cotizar entre gran expectación en el índice compuesto Nasdaq con la etiqueta RIVN y con un precio de 106,75 dólares, un 37 % más respecto a los 78 dólares fijados en la noche de la jornada anterior.
Varios analistas apuntaron que la caída de más del 50 % durante los primeros tres meses del año y que tanto ha repercutido en las cuentas de Amazon es precisamente consecuencia en gran parte de la enorme sobrevaloración que la empresa experimentó en su salida a bolsa.
La nota positiva de los resultados financieros de Amazon presentados este jueves la puso, como viene siendo habitual desde hace años, su plataforma de servicios en la nube Amazon Web Services (AWS), cuyas ventas crecieron un 32 % interanual hasta situarse en 58.718 millones de dólares.
AWS es la gran apuesta de futuro de la compañía y su negocio más rentable, además de tener un dominio indiscutido en el mercado, muy por encima de sus mayores perseguidores, Azure de Microsoft y Google Cloud.
Las cuentas de Amazon fueron peores incluso que lo esperado por los analistas, y las acciones de la firma se desplomaban en Wall Street un 20 % hasta 88,90 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos.