Contra toda razón y sin inmutarse ante su acto insensato de amenazar con provocar una nueva crisis sanitaria en el Gran Santo Domingo, la compañía Lajun Corporation se presenta nuevamente como un suprapoder que desafía la autoridad nacional y atenta contra algo tan vital como es la salud pública.
El comunicado en que anuncia un drástico recorte en el horario de vertido de basura en el vertedero de Duquesa, además de cancelar los servicios a tres municipios, es un documento insólito que amerita una rápida respuesta de las autoridades.
Se requiere una rápida intervención, esta vez no solo coyuntural sino con carácter firme, antes de que Lajun cumpla su amenaza y volvamos a tener una crisis sanitaria semejante a la de meses pasados, cuando su irracional actitud provocó una descomunal acumulación de basura.
Las argumentaciones económicas y de costos que aduce Lajun tienen que ser objeto de discusión y acuerdos posteriores, pero en ningún caso le pueden dar pie a poner en peligro la salud de las familias dominicanas.
Además, cómo es posible que, en abierto reto a nuestro ordenamiento jurídico y a la autoridad que tiene que ejercer un estado independiente y que se respete, Lajun se atreva a afirmar que no aceptará el pago de multas o litigios por el conflicto derivado de la forma en que opera el vertedero de Duquesa.
¿Permitiremos que Lajun se burle de la autoridad y de los dominicanos y que se salga con la suya o como es costumbre tardía, solo actuaremos cuando tengamos la basura encima de todos nosotros? A Medio Ambiente, Salud Pública y el Gobierno les toca la respuesta. Ojalá que no llegue demasiado tarde.