Santo Domingo.- La tranquilidad y la ausencia de problemas fueron, junto al calor, los otros protagonistas de los comicios de este domingo 19 de mayo, en medio de un amplio dispositivo de seguridad desplegado en torno y dentro de los centros de votación para que los ciudadanos eligieran a su presidente, su vicepresidente y sus legisladores para los próximos cuatro años.
Las altas temperaturas, típicas ya a estas alturas del año, hicieron acto de presencia, como se pudo comprobar en la Escuela Santa Lucía de Camba, situada en Najayo, un sector deprimido de la provincia de San Cristóbal, a unos 30 kilómetros de la capital dominicana.
Este centro educativo, ubicado en una ladera montañosa, recibía a los vecinos bajo un sol de justicia, que obligaba a los votantes a resguardarse bajo un paraguas, mientras miembros de la Policía Militar Electoral comprobaban sus cédulas de identidad.
Tal y como horas antes habían previsto distintos miembros de mesas electorales en Santo Domingo, a partir del mediodía se incrementó el flujo de votantes también en Najayo, donde aumentó la fila de personas, que llegaba prácticamente a la puerta de entrada al colegio, abierta solo parcialmente para controlar bien el paso y así evitar incidentes.
La escuela, formada por cuatro precarias casas decoradas por los niños con dibujos, libros y murales, recibía a los asistentes, que llegaban en familia y debatían, bromeando, sobre quién sería el vencedor de las presidenciales, mientras les llegaba el turno de votar.
Ya en Santo Domingo, el mismo proceso transparente, organizado y en un buen ambiente se pudo observar en la Escuela República de Chile, ubicada en el popular barrio de San Carlos, donde dos gallos que jugaban a las afueras del recinto daban la bienvenida a los votantes.
«Afuera hay unas barreras para que no pasen vehículos y motores y así evitar el agrupamiento de personas. En las pasadas elecciones eso no estaba, se ha hecho ahora por primera vez», afirmó Lenin Batista, uno de los presidentes de las decenas de mesas electorales de ese colegio, en referencia a las grandes medidas de seguridad implantadas.
Rodeado de ‘colmados’ (los típicos comercios y lugares de reunión de los dominicanos) y de aproximadamente diez policías franqueando la zona, los habitantes del barrio acudían pacíficamente a sus mesas electorales, orientados en todo momento por las personas que se encontraban a la entrada del centro y también en las propias aulas, donde los jóvenes que se estrenaban en unas elecciones planteaban sus dudas al respecto.
«Las elecciones se han organizado muy satisfactoriamente», explicó Julio Camilo López, un votante de edad avanzada, quien aseguró que no hubo actos de violencia ni siquiera discusiones durante los comicios en el colegio donde votó, algo que valoró teniendo en cuenta las problemáticas de comicios presidenciales pasados.
Otra prueba de la buena organización de los comicios fueron los puestos de votación especial que cada uno de los colegios tenía a la entrada para facilitar el voto a las personas con movilidad reducida.
Así, en el Colegio Babeque, situado en una de las zonas más favorecidas de la ciudad y donde votó el presidente del país y candidato a la reelección, Luis Abinader, del progresista Partido Revolucionario Moderno (PRM), cuando llegaba una persona que requería ayuda para depositar las papeletas en las urnas un vocal era avisado para que acudiera a ese puesto a recibir su voto.
Entre las notas cómicas de la jornada, un hombre que acudió a votar en ropa interior o que el presidente de la Cámara de Diputados de República Dominicana, Alfredo Pacheco, tuviera que regresar en moto a su domicilio porque había olvidado su cédula.
En cualquier caso, y más allá de las ideologías políticas de cada dominicano, reinó el respeto en todos los colegios electorales.
Y es que «lo mejor para el país es mantener el sistema democrático, libre, abierto, participativo», afirmó López mientras observaba, desde la tercera planta del colegio, cómo la gente transitaba libremente por el centro de votación.