SANTO DOMINGO.- En su discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional el 27 de febrero de 2025, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, abordó temas cruciales para el futuro del país, destacando su decisión de declarar como organizaciones terroristas a las bandas criminales haitianas.
Esta medida, junto con un llamado al trabajo y la unidad, marcó el tono de un discurso que combinó firmeza en materia de seguridad con una visión de desarrollo y fortalecimiento institucional.
Declaración de bandas haitianas como terroristas.
Uno de los anuncios más contundentes del presidente Abinader fue la firma de un decreto que declara como organizaciones terroristas a las bandas criminales haitianas. Esta decisión se enmarca en el contexto del deterioro de la seguridad en Haití, donde las bandas han tomado el control de gran parte del territorio, cometiendo actos de violencia extrema que han dejado más de 5,000 muertos en el último año.
Abinader justificó esta medida como una respuesta necesaria ante la incapacidad de la comunidad internacional para abordar la crisis haitiana. «Cualquier persona perteneciente a una de estas bandas que ingrese en territorio dominicano será perseguida, apresada y juzgada bajo las leyes antiterroristas de nuestro país», afirmó el mandatario, dejando claro que no habrá tolerancia para quienes atenten contra la seguridad y la paz del pueblo dominicano.
Este anuncio refleja la preocupación del gobierno dominicano por la posible infiltración de estas bandas en su territorio, así como por el impacto que la inestabilidad en Haití podría tener en la seguridad fronteriza y la estabilidad social de la República Dominicana. La decisión de Abinader marca un punto de inflexión en la política de seguridad del país, alineándose con medidas más drásticas para proteger la soberanía nacional.
El presidente explicó que estos minerales son esenciales para la fabricación de diversos instrumentos tecnológicos, como imanes de alto rendimiento, baterías recargables, turbinas eólicas y sistemas de comunicación, que impulsan la innovación y la sostenibilidad a nivel mundial. El hallazgo y la explotación de tierras raras en el territorio nacional posicionan al país como un posible referente en la explotación sostenible de estos recursos estratégicos.
En los últimos 18 meses, el gobierno ha llevado a cabo un proceso de exploración en la reserva minera de Ávila, en Pedernales, identificando la presencia de tierras raras. En la primera fase, se contó con la colaboración de la Universidad de Barcelona, y en una etapa posterior, se contrató al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para realizar mediciones precisas.
Desde septiembre de 2024, se han iniciado sondeos, análisis y evaluaciones técnicas que permitirán determinar la cantidad de recursos mineros en 2025, y así estimar con precisión las reservas certificadas para 2026. Abinader subrayó que en solo un año se ha avanzado lo que normalmente tomaría tres, gracias a la eficiencia y al compromiso de las instituciones involucradas.
Para asegurar una adecuada gobernanza y transparencia, en agosto de 2024 se creó la Empresa Minera Dominicana (EMIDOM), una empresa estatal 100% propiedad del pueblo dominicano. EMIDOM garantizará que la extracción y procesamiento de los minerales se realicen con el mayor grado de eficiencia y transparencia, beneficiando exclusivamente a la población dominicana.
El valor económico de las tierras raras depende de su composición y pureza, y su precio en el mercado global puede oscilar entre los 50 y los 750 dólares por kilogramo. Si las evaluaciones técnicas, económicas, sociales y ambientales confirman su viabilidad, Abinader aseguró que la explotación de estos minerales se traducirá en una fuente de progreso para todos los dominicanos.
Más allá de la seguridad, el discurso de Abinader estuvo impregnado de un mensaje de esperanza y un llamado al trabajo colectivo. El presidente enfatizó que el futuro del país no será obra de un solo gobierno o individuo, sino del esfuerzo conjunto de todos los dominicanos. «Este edificio no se levanta solo con decretos, ni con discursos, ni con buenas intenciones. Se levanta con el trabajo incansable de un pueblo que nunca se ha rendido», declaró.
Abinader destacó los logros de su administración en materia económica, social e institucional, pero insistió en que el progreso solo será sostenible si los ciudadanos asumen un rol activo en la construcción del país. «Si trabajamos juntos, si nos unimos en propósito y corazón, nada ni nadie podrá detenernos», afirmó, citando el ideario de Juan Pablo Duarte: «¡Trabajemos por y para la Patria que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos!».
El presidente repasó los avances de su gobierno en áreas clave como la economía, la educación, la salud y la infraestructura. Destacó el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 5% en 2024, la reducción de la pobreza en 4.02 puntos porcentuales y la creación de 165,000 empleos formales.
Además, resaltó la inversión en educación, con la construcción de nuevas escuelas y la entrega de millones de libros de texto, así como la mejora en los servicios de salud, con la inauguración de hospitales y la ampliación de la cobertura médica.
Sin embargo, también reconoció los desafíos pendientes, especialmente en materia de seguridad ciudadana y reforma policial. Aunque la tasa de homicidios disminuyó un 16% en 2024, Abinader admitió que aún queda mucho por hacer para garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.
El discurso de Luis Abinader combinó firmeza en la defensa de la seguridad nacional con un mensaje de esperanza y unidad. La declaración de las bandas haitianas como terroristas refleja una postura decidida frente a una crisis regional que amenaza la estabilidad del país. Al mismo tiempo, su llamado al trabajo y la colaboración ciudadana subraya su visión de un futuro construido sobre el esfuerzo colectivo.
En un contexto de incertidumbre global y desafíos internos, Abinader apuesta por la fortaleza institucional y la participación activa de los ciudadanos como pilares para el desarrollo. Su discurso no solo fue un balance de su gestión, sino también una hoja de ruta para los años venideros, en los que el trabajo y la unidad serán claves para alcanzar la grandeza que, según él, el pueblo dominicano merece.
El presidente Luis Abinader cerró su discurso con un mensaje claro: la República Dominicana está en un momento crucial de su historia, donde la seguridad, el trabajo y la unidad son esenciales para construir un futuro próspero.
Su decisión de declarar como terroristas a las bandas haitianas marca un antes y un después en la política de seguridad del país, mientras que su llamado al trabajo colectivo refuerza su visión de un desarrollo sostenible e inclusivo. El desafío ahora es traducir estas palabras en acciones concretas que beneficien a todos los dominicanos.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email