SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Todo parece estar listo para la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PRD este jueves. Estrictas medidas de seguridad y la prohibición de armas de fuego, según lo anunciado por los convocantes. Hasta el ministro de Interior y Policía ha reafirmado que resguardarán el perímetro del coliseo Teo Cruz para el encuentro.
Pero como asegurarle a los más de 2,300 convocados que no habrán actos de violencia cuando a los suspendidos o expulsados se les negará la entrada y éstos, al mismo tiempo, dicen que estarán presentes a toda costa.
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Estamos hablando de las mismas dos facciones que en enero escenificaron violentos enfrentamientos a tiros en la casa nacional del PRD en la avenida Jiménez Moya.
¿Qué ha cambiado en estos seis meses? La tensión no ha disminuido, las diferencias no se han esclarecido y en todo caso la animosidad entre ambos grupos ha aumentado.
En otras palabras, el panorama no es nada alentador. Ahora si, como insisten en celebrar el CEN en estas condiciones, sólo resta pedirle a todos los involucrados, a los organizadores y a los que están afuera por el momento, cordura. La sociedad en este momento les pide sosiego, reclama a gritos que ejerzan un liderazgo para el bien del país, tomando en cuenta el rol que deben estar desempeñando como oposición. Que se den cuenta, que nuestros hijos están vigilando muy de cerca sus acciones, mirando el comportamiento de nuestros líderes políticos.
Bajo ninguna circunstancia deben en estos momentos dejarse llevar de las pasiones.
Si realmente hay la voluntad de buscar la unidad, a pesar de las serias confrontaciones hasta ahora sostenidas, las facciones en pugna deberían deponer actitudes para que el PRD pueda reunificarse.
Lo que está en juego es el futuro del PRD y, por ende, la posibilidad de contar con un contrapeso en el sistema de partidos políticos para el fortalecimiento de la democracia nacional. Las rebatiñas internas no deberían atentar contra una organización política que es un patrimonio histórico del pueblo dominicano y de los amantes de la libertad.