Anthony Davis y los Lakers dan un golpe en la mesa en San Francisco

Los Warriors hicieron daño con su principal arma, el tiro de tres puntos, y conectaron trece en la primera mitad, mientras que los Lakers se atascaron por completo desde el arco (apenas un triple de ocho en 24 minutos), pero dominaron en la pintura de la mano de Davis.

Redacción Deportes .- Un Anthony Davis dominante, con un doble de 30 puntos y 23 rebotes, lideró este martes el vibrante triunfo por 117-112 de Los Ángeles Lakers en San Francisco contra los Golden State Warriors para tomar ventaja 1-0 en las semifinales de la Conferencia Oeste de la NBA.

Davis lució su mejor versión en el Chase Center y completó su monumental actuación con cinco asistencias y cuatro taponazos, apoyado por 22 puntos y once rebotes de LeBron James para que los Lakers arrebataran a los Warriors la ventaja de campo en esta serie.

Los Lakers, que tuvieron que pasar por el ‘play-in’ para acceder a los ‘playoffs’, dieron prueba de su crecimiento competitivo en la serie contra los Memphis Grizzlies y tumbaron este martes a los vigentes campeones, que llegaban a esta cita con tres días menos de descanso y necesitaron una actuación legendaria de Steph Curry (50 puntos) para eliminar a los Sacramento Kings en el partido siete de esa serie.

Curry volvió a ser el líder anotador de los Warriors con 27 puntos, Klay Thompson aportó 25 y Jordan Poole, 21. Los tres conectaron seis triples cada uno y estuvieron a punto de completar una remontada épica tras ir perdiendo 98-112 al ecuador del cuarto período. Curry igualó el duelo tras un parcial de 14-0, pero los Lakers dieron el último golpe.

Lo hicieron con el apoyo de un D’Angelo Russell de 19 puntos, que cortó el parcial de los Warriors con una canasta que acabó siendo clave para la victoria.

ELECTRICIDAD EN EL CHASE CENTER

El Chase Center albergó un partido de tremenda intensidad, con ritmos altos, jugadas espectaculares desde el principio, con Thompson que certificó un arranque excelente de los Warriors con el triple de un tempranero 10-2.

Los Warriors hicieron daño con su principal arma, el tiro de tres puntos, y conectaron trece en la primera mitad, mientras que los Lakers se atascaron por completo desde el arco (apenas un triple de ocho en 24 minutos), pero dominaron en la pintura de la mano de Davis.

El pívot, por el que pasa gran parte de las ambiciones de los Lakers en la serie, firmó 23 de los 32 puntos en la pintura de unos Lakers que se fueron a los vestuarios con un punto de ventaja en el 65-64, pese al festival anotador desde el perímetro de los Warriors.

Fue en el tercer período cuando los Lakers aumentaron el nivel y cambiaron su dinámica desde la línea de tres puntos, al conectar cuatro de nueve intentos, con dos de Reaves, uno de LeBron y otro de Troy Brown que incrementaron la ventaja a diez puntos.

James subió el 86-76 al luminoso con 5.15 por jugar y limpió la pintura con un gran taponazo defensivo. Davis dominó con otros seis rebotes y los Lakers contuvieron la reacción de los Warriors, encabezada por Thompson, para llegar al cuarto período por delante 96-88.

Hubo tiempo para una falta técnica Draymond Green que certificó los problemas defensivos de los Warriors, que enviaron veinte veces a los Lakers a la línea de libres y apenas tiraron cinco en tres cuartos.

CURRY ROZA UNA REMONTADA ÉPICA

Un triple de Curry marcó un buen comienzo de los Warriors en el cuarto período (95-99), pero los Lakers siguieron con alta intensidad. Vanderbilt selló el octavo taponazo de la noche de los angelinos y conectó el triple del 108-98 con 7.28 por jugar que forzó el tiempo muerto de Kerr.

Schroder y LeBron, con un tiro en suspensión, dieron la máxima ventaja a los Lakers en el 112-98. Con seis minutos por jugar parecía acercarse la sentencia, pero los ‘Splash Brothers’ no tiraron la toalla.

Los Warriors sellaron un demoledor parcial de 14-0, al dejar a los Lakers sin anotar durante más de cuatro minutos, para empatar el partido con un tremendo triple de Curry, que también dio ritmo a Poole desde el arco.

D’Angelo Russell cortó la sequía y LeBron, desde la línea de libres, subió el 115-112 al luminoso.

Curry tuvo el balón con menos de veinte segundos, pero no logró anotar y los Lakers pudieron sentenciar el partido con dos libres de Schroeder para el definitivo 117-112 que dio un trascendental triunfo a domicilio a los Lakers.