SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Conductores y transeúntes que circulaban este jueves por la margen oeste de la capital vivieron, más que susto, un gran horror, ante las escenas de un aparatoso y sangriento accidente, con al menos cinco personas afectadas, hecho que resultó ser un simulacro.
Un automóvil se quemó y una yipeta atropelló a un motorista, trágicas consecuencias y el trastorno de la cotidianidad en una amplia zona de Santo Domingo, un hecho ideal para poner a prueba el sistema 9-1-1, que quedará inaugurado a final de este mes.
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La periodista Darling Burdiez, presentadora de la revista noticiosa Noticias y Mucho Más, del Grupo SIN, llamó a la redacción del medio para informar, aterrorizada, que había personas tiradas al pavimento, mutiladas y ensangrentadas.
La comunicadora luego de presenciar lo que para ella era una tragedia tuvo que parar de conducir y tomar agua para controlar los nervios.
Los transeúntes consideran que este tipo de simulacros deben avisarse con tiempo para no alarmar a la población.
Eran las 2:55 de la tarde y el taponamiento se prolongaba por varias cuadras a la redonda de la Plaza de la Bandera, de las avenidas 27 de Febrero y Luperón.
En dirección sur norte, una yipeta verde se había estrellado contra la isleta que divide las dos vías de la Luperón. Adentro, un hombre permanecía desgonzado con el cinturón de seguridad puesto.
En el pavimento, otro se desangraba con sus órganos internos a la vista, lo que horrorizó a los conductores que, en la única hilera que quedaba libre para la circulación, se veían obligados a pasar por el frente de la víctima. Aparentemente, el hombre había salido disparado por el vidrio delantero del vehículo. Había cristales esparcidos en el asfalto.
Más adelante, una motocicleta humeaba en dos pedazos, mientras su conductor yacía también “partido en dos”, aseguran quienes lo vieron y que, al enterarse luego de que era un simulacro, no se explican cómo simularon tan terrible escena.
A escasos metros los bomberos acababan de apagar las llamas a un carro siniestrado y en el que se alcanzaba a ver al conductor calcinado.