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Aplanzan coerción a acusados de tráfico de colombianas

La jueza Reyes Rodríguez aplazó la audiencia para que los abogados de los acusados revisen la acusación del Ministerio Público sobre presunta prostitución forzada.

Aplanzan coerción a acusados de tráfico de colombianas

Santo Domingo.- Un juzgado de la instrucción de Santo Domingo Oeste aplazó este viernes la solicitud de medidas de coerción contra tres hombres y una mujer por la trata de colombianas, a quienes mantenían según el Ministerio Público en cautiverio en Manoguayabo, desde donde las obligaban a prostituirse con clientes privados y en centros nocturnos.

La decisión fue tomada por la juez Reyes Rodriguez, luego de que los abogados de los acusados de supuestamente obligar a las Colombianas a prostituirse solicitarán conocer a profundidad la acusación de la Fiscalía.

La abogada de tres de los detenidos, negó que las mujeres hayan sido captadas en Colombia mediante falsas promesas de empleo en la República Dominicana, como establecen las autoridades.

Los detenidos son Geraldyne Torres Betancur, de nacionalidad colombiana; Jason Manuel Santana, alias “Nino”, Dariel Castro Santos, José Manuel Almanzar Taveras y Félix Joel Rodríguez, alias Yoi.

Las labores de inteligencia de la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico de Migrantes y Trata de Personas detallan que, los miembros de la organización criminal retenían los pasaportes de las mujeres una vez estas llegaban a territorio dominicano y les obligaban a pagar la suma de 3 mil 500 dólares, dinero que las extranjeras debían pagar sosteniendo relaciones sexuales con diferentes clientes.

Las féminas eran recluidas en un apartamento del Residencial MNG, en el sector Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, donde se realizaron los allanamientos y incautaron dos carro blanco, condones, lubricantes, documentos de identidad y así como cuatro paquetes de posibles sustancias controladas, presumiblemente, cocaína.

La audiencia fue fijada para el 28 del mes en curso para que los abogados puedan preparar sus presuntos.

Por Sandy Cuevas