SANTO DOMINGO.- Es importante reconocer cuando las cosas con la pareja no van bien o cuando no se cuentan con las herramientas adecuadas para manejarlo, sobre todo en cuanto a la sexualidad, esto con el fin de buscar ayuda profesional que permita encontrar una solución antes de que sea tarde, así lo manifestó la sexóloga Virginia Pérez en el segmento Entre Dos de El Despertador.
Sin embargo, antes de tomar la decisión de acudir a terapia de pareja hay que descartar cualquier sintomatología a nivel fisiológico que pueda bloquear el deseo sexual, pero si obviando esto no hay una buena respuesta sexual, no se siente placer, hay quejas o ambos no están disfrutando, es momento de buscar ayuda profesional, indicó Pérez.
También hay que tomar en cuenta que cualquier situación que produzca estrés, ansiedad, duelo, depresión, si hay conflictos en el día al día o problemas económicos va a repercutir en la respuesta sexual.
La disfuncion eréctil, la eyaculación precoz, retardada o retrograda, el vaginismo y cualquier otra disfuncion sexual que afecte tanto a hombres como mujeres requiere la intervención de un especialista, así como cuando hay un bajo deseo sexual, vagancia para sostener un encuentro, cuando no se ha logrado o se dificulta alcanzar un orgasmo.
Una respuesta sexual deficiente también puede ser provocada cuando las parejas no sacan tiempo para una buena intimidad y no solo la que que incluye penetración, sino falta de caricias, besos, toqueteos o una buena conversación mientras se abrazan, en estos casos si no se habla en pareja, hay que que buscar ayuda para evitar que repercutan en un trastorno de la sexualidad, recomendó Pérez.
La sexóloga destacó que con uno de los dos que vaya a terapia hay un 50 por ciento ganado, porque allí le dan «las herramientas que se necesitan para poder convivir» y por lo regular quien asiste a consulta es el que se empodera y toma buenas decisiones, por lo que más adelante, luego de ir con el especialista, podrá determinar si continuar con la relación, frenar, poner límites o seguir con la situación o hacer lo posible para que fluya y ambos puedan mejorar.