La mediática gringa y pro-gringa se refiere mucho a las mafias mexicanas, colombianas, haitianas, venezolanas, dominicanas…A las autoridades estadounidenses les agrada mucho anunciar la captura de un capo ruso y cuando lo logra les dan todo el volumen a sus bocinas.
Al parecer nunca ha podido apresar un capo cubano de Cuba, porque no existen; y para los de Miami, estas autoridades, no tienen ojos aptos para esos fines
Los capos iranís tampoco existen y los chinos son pocos y de ellos se encargan las autoridades chinas de darle su San Martín.
En estos días la mediática gringa y su subsidiaria criolla están de fiesta con lo del apresamiento aquí en dominicana de un jefe de la mafia rusa, paraíso caribeño en el que acostumbran pernoctar. El despliegue ha sido grande e intenso.
Nunca, sin embargo, hemos visto a la DEA capturar un capo gringo del mundo de las drogas; menos aún actuar en esa dirección al flamante Comando Sur.
En cuanto a lo que a EEUU compete, al parecer no llegan los volúmenes de cocaína y heroína de que tanto se quejan, o cuentan con envolturas que los tornan invisibles.; mientras los nuevos Alcapone, tienen prohibido inmiscuirse en esos menesteres.
No hay bandas, ni carteles de ese color, ni empresas locales para recepcionar esos cargamentos, y éstos al parecer entran automáticamente por túneles submarinos secretos o por vía digital.
Pasa así en Europa Occidental.
Los blancos del Norte y del mundo occidental o no se meten a capos, o están libres de culpas, o exentos de esas tareas. Tampoco hay oligarcas capitalistas relacionados con esos negocios, o son indetectables. Ni por allá ni por acá hay manera de capturar un mafioso blanco, rubio y de ojos azules.
Es curioso, pero es así.
Pasó aquí con el caso Quirino…por eso lo interceptaron en la autopista Duarte, antes de llevar el cargamento a la empresa de la zona franca de un neo-oligarca de Santiago. Tampoco se habló de la empresa gringa que lo recibiría en la costa Este de EEUU.
Se jodió el ruso y no por ser ruso, ni por ser blanco, sino por culpa de Putin.
Claro no se salvan los expresidentes latino-caribeños mafiosos cuando los gringos le quitan el plácet. Los usan, los exprimen y luego trapean el piso con los que de ellos queda.
Miren lo que le pasó a Luis Orlando Hernández, el de Honduras.
Claro, que eso no le va a pasar a ningún Clinton, Biden o Trump. Son gringos y blancos. Occidentales y cristianos, por demás.
Que se cuiden Leonel, Abinader, Danilo y comparsa, por lo de las fotos con los capos extraditados y sus confesiones premiadas, todavía secretas.
Leonel por demás, para los gringos, es negro, y no lo salva su Green Car; y, Abinader, para pior, es medio palestino.
¡Esto espero no lo tomen a mal, es solo ganas de joder con un poco de humor blanco, por lo mucho que esos tres turpenes han jodido a este pueblo de la mano del terrible Tío Sam! (noticiassin.com)