Madrid.- Varios expertos chilenos analizaron este jueves, a un día de la toma de posesión del progresista Gabriel Boric como presidente de Chile, los grandes retos del nuevo mandatario, cuyo mandato ligaron al éxito de la futura Constitución del país.
En una conversación telemática organizada por la Casa de América en Madrid, representantes de organizaciones sociales y analistas incidieron en el proceso constituyente, pero también en la necesidad de Chile de crear un nuevo pacto social.
«Los gobiernos pasan, pero las constituciones quedan», resumió Leónidas Montes, director del Centro de Estudios Públicos de Chile, quien recordó la «crisis de confianza» de los chilenos no solo hacia las instituciones y los partidos, «sino también interpersonal».
Igualmente apuntó a una «crisis del Estado de derecho», pero aseguró que el futuro presidente «ha dado señales muy tranquilizadoras» desde su victoria en las elecciones de diciembre, siendo «muy institucional» y dando «un giro significativo hacia la socialdemocracia».
UNA CONSTITUCIÓN CLAVE PARA EL FUTURO
La presidenta de la chilena Fundación Hay Mujeres, María de los Ángeles Fernández, tildó de «parteaguas» el proceso constituyente, cuyo texto final debería ser llevado a votación este año.
En caso de aprobarse en un plebiscito, la nueva Constitución sustituiría a la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de grandes desigualdades en el país.
«El nuevo ciclo comienza ahora, sobre todo con el parteaguas de la nueva Constitución, ojalá que lo que salga nos permita tener más grados y no menos de democracia, lo cual no está garantizado», dijo.
Sobre las críticas hacia miembros de la asamblea constituyente, el director del CEP rompió una lanza a favor de ellos.
«Han trabajado como nadie, ahora estamos en el proceso de presentación de propuestas desde las comisiones al pleno y ya han salido algunos artículos aprobados y otros que han vuelto a las comisiones», explicó.
UN NUEVO CICLO
El excanciller chileno Heraldo Muñoz defendió la transición democrática de Chile tras la dictadura de Pinochet, aunque reconoció que de ese periodo «quedan cosas pendientes» tras treinta años «de cambios muy significativos».
«Existen profundas desigualdades aún en nuestro país y este Gobierno llega con grandes esperanzas», consideró.
Así, avanzó que el nuevo Ejecutivo «se va a centrar en llevar a cabo cambios estructurales hacia un nuevo modelo de desarrollo sustentable, cuidando los mares y respetando la naturaleza, pero sin olvidarse de aspectos como la seguridad».
También apuntó a que la Administración de Boric «buscará el diálogo, ir a las raíces del problema y escuchar mucho a las regiones» para resolver cuestiones como la inseguridad, pero aportando herramientas más allá de la «militarización».
«La gente tiene que tener seguridad, tiene que haber orden y tranquilidad, es un tema que va a estar pero con una perspectiva distinta, es un enorme desafío, no es fácil atacar a ciertos problemas profundos», predijo.
Por su lado, la gestora cultural Javiera Parada coincidió en que «Chile está comenzando un nuevo ciclo, de desarrollo, social y cultural».
«Pareciera que está acabando una larga transición con sus luces y sombras y no todo va a ir en el proceso constituyente, no todo va a ser responsabilidad del Gobierno, sino que Chile requiere una nueva estrategia de desarrollo, un nuevo pacto para los próximos 30 años», subrayó.