I.- Cumplir o incumplir
1- El ser humano llega a determinado período de tiempo vivido, que le permite hacer un balance de lo que ha sido su existencia, y una investigación detenida de su accionar le posibilita saber si en el transcurso de su vida ha hecho lo que debe o está obligado a hacer.
2- Cada quien está llamado a convertirse en juez de su propia conciencia, que es la que le aportará conocimientos de sí mismo, así como la pertinencia o incongruencia de sus ejecuciones.
3- Por la forma como está organizada la sociedad dominicana de hoy, cada uno de los miembros que formamos parte de ella, si tiene sano juicio, goza de una opción, que le da dos posibilidades.
4- El hombre o la mujer se pone en acción o se inhibe, tomando en consideración la opinión que se ha formado de aquello a lo que considera está obligado; un compromiso consigo mismo y que ninguna otra persona ha de llevar a cabo.
5.- Aquel que considera que debe proceder correctamente, que ha de cumplir con lo que mandan los principios éticos y morales que rigen el orden social establecido, ejecutará acorde con sus emociones y el criterio que tenga de la moral.
II.- Cumpliendo con resabios
6- Por el agrietamiento social presente en nuestro país, cumplir se ha hecho algo más que difícil. El cumplimiento, en lugar de normal, se acepta como extraño en las relaciones personales.
7- Cumplir ha llegado a ser como una complicación de la vida, de ahí que, por lo general, ejecutar es asunto futuro, no actual. Es común la expresión “el compromiso se va a cumplir, pero luego”.
8- Aquí se está poniendo tan engorroso cumplir, que para quedar bien se ha acuñado la expresión “voy a estar ahí por cumplimiento”, es decir, no a voluntad, sino para salir del paso, o liberarse de ese problema.
9- “Cuenta conmigo, que trataré de cumplir”. El que así habla, lo que busca es guardar o cubrir las formas, pero no honrar a lo que se ha obligado a ejecutar.
10- El ambiente dominicano de hoy, el ideal para el informal, no así el adecuado para aquella persona formada en el cumplimiento, en el actuar cuidadoso. El irresponsable está de pláceme.
11- Satisfacer a lo que se obligó a hacer, ya no está en el código de conducta de la manera de ser de la mayoría de los nuestros. Cada quien trata de buscarle una salida sinvergüenza, “para no quedar mal”, respecto a lo que debía fielmente cumplir.
12- El deber de cumplir, porque entraña responsabilidad, se ha tomado como una carga, dependiendo de quien debe honrar lo pactado. Para el irresponsable, cumplir es un martirio social.
13- Cumplir ha llegado a ser, más que la ejecución de un deber a satisfacer, en un asunto que envuelve, para el informal, una dificultad. En el país nuestro ha desaparecido el esclavo de su palabra.
14- Comportarse honrando lo que es un mandato fruto de la voluntad, cada día es una cuestión añeja, que solo está quedando en la memoria de los que se formaron en un período de la vida dominicana cuando observar, cumplir era una cuestión de honor.
III.- Educar a las niñas y a los niños en el cumplimiento
15- Lo único que nos queda como país, es ir desarrollando a la niñez, para que se levante debidamente educada en el sentido de llevar a efecto voluntariamente aquello a lo que moral o legalmente está obligada.
16- Se impone enseñar a los niños y a las niñas a realizar lo que el deber les impone como integrantes de un país pobre, atrasado y sometido al poder de la minoría nacional y sus aliados extranjeros.
17- Motivar a los niños y a las niñas para que ya adultos procedan a ejecutar, lo que el compromiso social les manda a llevar a cabo con sentido de solidaridad y alta sensibilidad, porque la colaboración espontánea eleva al ser humano.
18- Orientar a los niños y a las niñas en la línea de que, de manera decidida, sin titubear deben cumplir con sus progenitores, principalmente haciéndoles la existencia menos pesada en los últimos años de su paso por el mundo de los vivos.
19- Llenar de motivos a las niñas y a los niños de que deben observar la fiel lealtad ante aquellos a quienes el deber de la nobleza les manda a cumplir con plena honradez frente a esos seres humanos que se entregan por entero.
Idea final
20- Luego de leer este escrito, que cada lector o lectora sea árbitro de su pasado y actual proceder, ante el medio social, y frente a quienes está en la obligación, si no jurídica, por lo menos afectiva de cumplir por humanismo.