REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El Gobierno de Arabia Saudí, uno de los países que más aplica la pena de muerte en el mundo, ejecutó este fin de semana a 81 personas condenadas por delitos que van de terrorismo a robo a mano armada, lo que supone más del doble de todos los ejecutados en 2020, informó la agencia estatal de noticias saudí, SPA.
«El Ministerio de Interior ha anunciado que ha llevado a cabo las condenas a pena capital contra individuos condenadas por terrorismo y crímenes capitales. Estos individuos, que suman en total 81, fueron condenados por varios crímenes, incluido asesinato de hombres, mujeres y niños inocentes», indicó SPA.
La mayoría de los condenados son saudíes, pero también hay algunos yemeníes, y varios son relacionados por la justicia saudí con el grupo terrorista Estado Islámico, aunque también con Al Qaeda e incluso con el movimiento chií yemení hutí, al que Arabia Saudí combate en ese país vecino y al que considera como una organización terrorista.
Pero entre los delitos cometidos por los condenados que enumera de forma general también se encuentran los de secuestro, violación, atraco, robo a mano armada, encubrir a personas buscadas por la justicia o incitar a la sedición.
Todos los condenados, dijo la agencia estatal citando un comunicado del Ministerio de Interior, «fueron juzgados en los tribunales saudíes, en juicios supervisados por un total de 13 jueces en tres etapas distintas para cada individuo» y sus condenas fueron ratificadas por una corte de apelación.
«A los acusados se les concedió el derecho a un abogado y se les garantizó todos sus derechos bajo las leyes saudíes durante el proceso judicial», añadió.
Sin embargo, esta afirmación ha sido cuestionado en numerosas ocasiones por diversas organizaciones de derechos humanos, que critican que muchos juicios carecen de las mínimas garantías según los estándares internacionales.
Además, critican que muchos de los condenados por terrorismo en Arabia Saudí son en realidad disidentes políticos.
El año pasado, Amnistía Internacional aseguró en su informe anual que Arabia Saudí, un país musulmán ultraconservador cuya justicia se basa en el Corán y la ley islámica, había ejecutado en 2020 a 27 personas, una reducción considerable respecto a las 184 del año anterior.
Y a lo largo de 2021 SPA informó de 12 ejecuciones por casos relacionados con el terrorismo, pero no hay una cifra oficial del total de penas de muerte llevadas a cabo.
Las ejecuciones en Arabia Saudí se efectúan por decapitación con sable.