San Juan. – El primer ministro de Haití, Ariel Henry, es atendido este miércoles en Puerto Rico por las agencias federales en la isla, principalmente el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés), mientras se dilucidan sus próximos pasos.
El portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés) en Puerto Rico, Jeffrey Quiñones, explicó a EFE que su agencia trató con Henry a su llegada el martes al Aeropuerto Luis Muñoz Marín.
Quiñones indicó que el alojamiento y la seguridad del primer ministro de Haití durante su estancia en Puerto Rico están siendo gestionados por el FBI.
Al respecto, la portavoz del FBI en San Juan, Limary Cruz, dijo a EFE que debido a la sensibilidad del tema no pueden informar sobre la situación de Henry.
«La realidad es que no podemos comentar, no vamos a hacer ninguna expresión. Es información confidencial», señaló.
Por parte del Gobierno de Puerto Rico, solo se confirmó la llegada de Henry a la isla, dejando claro que son las autoridades federales las que están a cargo de la situación.
Puerto Rico es un estado libre asociado a Estados Unidos, lo que implica un cierto grado de autonomía, aunque fronteras, defensa y relaciones exteriores son responsabilidades que se reserva el Gobierno de EE.UU.
Henry, cuyo paradero se desconocía desde hacía varios días, aterrizó el martes en Puerto Rico debido a que no pudo hacerlo en República Dominicana por una falta de autorización o de plan de vuelo, dependiendo de las fuentes.
La escalada de la violencia en Haití comenzó el jueves pasado en ausencia del primer ministro, quien viajó primero a Guyana para participar en la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) y luego a Kenia, para tratar el despliegue de una fuerza multinacional en el país.
El Gobierno de Haití decretó el domingo estado de emergencia y toque de queda por 72 horas en el departamento del oeste, donde está la capital Puerto Príncipe, tras la toma de la principal penitenciaría del país caribeño por parte de bandas criminales, que provocó la fuga de más de 3.000 reos, y tras varias jornadas violentas que han dejado una decena de muertos.
El martes, el poderoso jefe de una coalición de bandas armadas en Haití Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue’, alertó: «Si Ariel Henry no dimite, el país se encamina directamente hacia el genocidio. Si la comunidad internacional sigue apoyando a Ariel Henry, nos dirigimos directamente a una guerra civil que acabará en genocidio».
El Consejo de Seguridad de la ONU programó para este miércoles una sesión extraordinaria y a puerta cerrada para tratar el caso de Haití y se especula con que EE.UU. y Caricom están presionando a Henry para que anuncie su dimisión.