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27 Abril 2024

Artículo: El llanto de las naranjas

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 Esta discusión es necesaria, no solo para beneficio del consumidor y la industria, también para que la china siga estando en la mesa de todos los dominicanos.

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Por: Josefina Stubbs

A mediados del mes de julio, en España, José Francisco Nebot visita su plantación de naranjas en la localidad castellonense de Betxí y contempla con impotencia que una buena parte de los frutos están esparcidos por el suelo. “Lo que está haciendo el árbol es soltar lastre», explica. “Quiere salvarse y está soltando a sus hijitos, que son los frutos”.  Y continua, “Si hubiera habido temperaturas suaves y hubiera llovido, la planta habría amarrado más frutos, pero como no ha llovido y las temperaturas están por encima de la media, el árbol se estresa y se desprende de lo innecesario”. [1]

En Florida, estado líder en los Estados Unidos en producción de naranjas, los huracanes, embaten con furia los árboles, caen al suelo las frutas, y desnudan los árboles de sus hojas impidiendo el crecimiento de una nueva cosecha.

Año tras año, las altas temperaturas, la falta de agua, el cambio en los patrones de lluvia, los furiosos vientos de huracanes cada vez más devastadores, están arruinando las cosechas obligando a los productores en muchos casos a arrancar los árboles. 

Este llanto también de las naranjas es una consecuencia más de los cambios asociados al calentamiento global.

El Cambio climático nos afecta a todos

Tenemos un solo planeta tierra. El impacto de la crisis climática se siente en todas partes y sus efectos los sufrimos todos: los seres humanos, los animales, la vegetación, los ecosistemas y la producción de naranjas, la industria que la atiende y la mano de obra y los empleos que genera.  

El calentamiento global está generando tormentas y huracanes cada vez más potentes. El Huracán Ian, uno de los peores y más dañinos de la historia de los Estados Unidos, impactó 152,000 hectáreas de cítricos, casi la totalidad de las 162,000 hectáreas sembradas en el estado de Florida, generando más de $675 millones de dólares en daños.  El departamento de Agricultura (USDA) ha proyectado que el estado de Florida, principal productor y proveedor de naranjas y concentrados solo producirá 15.7 millones de cajas de frutas de naranjas para la estación de recolección 2022-2023[2].  Veinte años atrás, la cosecha de naranjas del estado de Florida fue de 240 millones de cajas, o sea 15 veces más que lo esperado para la actual cosecha.  La más baja producción de naranjas en los Estados Unidos en más de un siglo.  

Toda la cadena, el ecosistema que comprende la producción, el procesamiento y la distribución del fruto que nos trae a la mesa nuestro jugo de naranja mañanero está sufriendo; incluyendo los ingresos y medios de vida de miles de familias. En México la producción de cítricos beneficia más de 67mil familias de productores, genera 70 mil empleos directos, 250 mil indirectos y la contratación de 28 millones de jornales por año. La economía citrícola del estado de Florida genera más de 32,000 empleos y alrededor de $6.6 billones de dólares.  Con la crisis climática no solo estamos perdiendo las naranjas. También miles de familias están perdiendo sus ingresos.

A pesar de los aumentos en la producción de cítricos en países productores de naranjas como China, Brasil, Egipto o Sur África, se espera que la producción mundial de naranjas en la temporada 2022/23 caiga un 5% hasta los 47,5 millones de toneladas perjudicando así a productores, procesadores, obreros, hogares y consumidores.

Los datos del 2023 no son más esperanzadores. Los científicos revelan que tuvimos el año más caluroso jamás registrado. Si no tomamos acciones, la crisis climática se profundizará y la agricultura, la producción de alimentos y el cultivo de críticos incluyendo la naranja seguirá, en todo el planeta, sufriendo duras embestidas y sus precios reflejaran esta crisis.

Las naranjas también (sobre)viven de la ley de oferta y demanda

Resultado de la baja disponibilidad, las estimaciones de la industria citrícola y los productores indican que para el año 2022-2023 la producción de jugo de naranjas caería un 9 por ciento. Como consecuencia, países productores como Brasil, Estados Unidos, Méjico o la Unión Europea también exportarán menos frutas y menos jugos; deberán garantizar a sus mercados domésticos la disponibilidad del producto.

A su vez, los procesadores, que ya tienen que pagar un costo adicional debido a la disminución de la oferta de naranjas, también deben comprar más naranjas para hacer la misma cantidad de jugo. Eso, a su vez, significa mayores costos para los consumidores.

República Dominicana, importador y procesador de naranjas y de jugo de naranja y actor importante en las cadenas y mercados mundiales del cítrico, tendrá que pagar más para conseguir las cantidades y calidades de naranjas y de jugo de naranja que demanda el mercado. La escasez de materia prima encarece los costes al inicio de la cadena y como correa de transmisión los transmite a los consumidores. Es imposible no reflejar los costes porque se romperían el funcionamiento en la cadena de transmisión de precios poniendo en peligro la disponibilidad del producto final. El consumidor podría ser el gran perdedor de un producto que por su valor nutricional es fundamental en la canasta alimentaria.

Los últimos reportes de precios al consumidor indican un aumento de alrededor del 8 por ciento del costo de jugo de naranja en la República Dominicana. Ciertamente, un aumento significativo en un ambiente de aumento de precios generalizados y donde las familias luchan cada día por hacer rendir su presupuesto de alimentación.

Y aunque los productores, los industriales y los distribuidores de cítricos y naranjas estén dispuestos a ganar menos con tal de garantizar que su jugo de naranja este en las mesas, las escuelas y en los lugares de trabajo de las familias dominicanas, es imposible atajar la verdad: ya estamos pagando el precio de la crisis climática.

¿Podría hacerse algo para proteger y recuperar la producción de naranja en el país? ¿Son insuperables los efectos del cambio climático en la producción de cítricos? ¿República Dominicana cuenta con datos suficientes para avanzar alternativas posibles que ayuden a que la producción de naranja y cítricos y su consumo nacional reverdezca?  Esta discusión es necesaria, no solo para beneficio del consumidor y la industria, también para que la china siga estando en la mesa de todos los dominicanos.

Referencias

Aarón Kú Tep (2022). Un panorama de la citricultura a nivel mundial, nacional, estatal y municipal. Sociedad científica de Dzan.

Cary Springfield, International Banker (2023). WHY ORANGE-JUICE PRICES ARE SO HIGH RIGHT NOW.

Diara Rosario (2023). Revista el Dinero

FreshPlaza (2023).  Se espera una menor cosecha cítricos a nivel global en la temporada 2022/23

Patrick Greenfield (2023). Orange juice prices to surge as US crops ravaged by disease and climate. The Guardian.

Periódico Hoy (Mayo, 2004).  Consorcio Cítricos Dominicanos diversifica producción y procesamiento de frutas

United States Department of Agriculture Foreign Agricultural Service- USDA (2023).  Citrus: World Markets and Trade

[1] Antonio Martínez Ron. https://cambioinvisible.vozpopuli.com/calentamiento-global-cultivo-citricos/

[2] USDA, July 2023. Citrus: World Markets and Trade

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