Quito. – Cinco miembros de una familia fueron asesinados la noche del jueves en un bus interprovincial de Ecuador cuando se dirigían al norte del país, según relataron este viernes fuentes policiales al portal digital ecuatoriano Primicias.
Entre las víctimas se encuentran cuatro adultos, entre ellos un hombre de nacionalidad venezolana, y un niño de 5 años.
El suceso, que la Policía se encuentra investigando como una muerte dirigida o sicariato, ocurrió a las 19:30 hora local (00:30 GMT del viernes), cuando dos camionetas con hombres armados interceptaron el autobús en la provincia tropical de Los Ríos.
Para detener la marcha del viaje, los atacantes dispararon contra el vehículo y una de estas balas alcanzó la pierna del conductor quien, tras el impacto, perdió el control del autobús.
Cuatro de las víctimas murieron en los asientos, mientras que el menor de edad fue trasladado con urgencia al hospital, donde falleció horas después.
Diego Villamarín, el jefe policial del distrito donde ocurrió el crimen, explicó en Primicias que “se descarta que el hecho fuese un robo”, pues aseveró que los atacantes que subieron al autobús, «primero identificaron a sus víctimas y luego les dispararon».
En el hecho también resultó herido un empleado de la compañía de autobús.
Una fuente de la Policía consultada por EFE indicó que todavía se encuentran en la verificación de la información y que, posiblemente, emitirán un comunicado oficial con detalles de lo sucedido.
Este hecho ocurre en medio de reiterados reclamos realizados por el gremio de transportistas debido a la inseguridad en las vías del país.
Representantes de los transportistas cuestionaron esta semana lo que tildaron de inacción del Gobierno ante sus peticiones, por lo que decidieron retirarse del diálogo que mantenían con el Ejecutivo.
La Federación Nacional de Transporte Público de Pasajeros (Fenacotip) denunció recientemente una “inseguridad insoportable” debido a los asaltos diarios en las carreteras, que hacen que los conductores se sientan en peligro por temor a los ataques de grupos de delincuencia organizada.
Ecuador afronta desde hace unos tres años una oleada de violencia que se incrementó a inicios de 2024, lo que llevó al presidente del país, Daniel Noboa, a declarar una situación de «conflicto armado interno» contra 22 bandas criminales, a las que pasó a llamar como «terroristas».