REDACCIÓN INTERNACIONAL.– Un dominicano de 44 años fue asesinado de cinco balazos por la espalda en El Bronx.
Ángel Ortega, fue tiroteado por un desconocido, en la esquina de las avenidas East Tremont y Belmont, en el sector Crotona, posteriormente fue trasladado al hospital San Barnabas, donde fue declarado muerto poco tiempo después.
Hasta el momento, no hay arresto con relación al ataque ocurrió en el cruce de East Tremont y Belmont, en Crotona, y de acuerdo con el reporte policial, Ortega murió tras recibir cinco balazos por la espalda, cuando caminaba por calles del Bronx, informó la Policía de Nueva York (NYPD),los cuales acudieron al lugar del suceso tras recibir una llamada al 911 de que había un hombre baleado.
Ortega fue trasladado por los servicios de emergencia al Hospital St. Barnabas, en donde falleció por la gravedad de sus heridas.
“En este momento no sabemos nada más que el hecho de que le dispararon cinco veces por la espalda”, dijo Dinorah Valois, madre de Ortega al New York Daily News.
La autoridad informó que buscan al sospechoso de este asesinato, al que identificó como un hombre de color, que vestía chaqueta negra y pantalones deportivos de color azul. Añadió que hasta el momento no tiene claro el móvil del ataque.
Valois reveló que el asesinato de su hijo fue captado por un video de vigilancia, en poder de las autoridades, por el que se pudo saber como ocurrieron los hechos.
En el video, dijo, se ve al hombre armado esperar afuera de un negocio y cuando Ortega sale a la calle, le dispara en repetidas ocasiones, se cambia de ropa y huye del lugar corriendo.
El hoy occiso vivía en la sección Norwood de El Bronx con su novia y su hija de un año, dijo su familia a NY Daily News.
“En este momento no sabemos nada más que el hecho de que le dispararon cinco veces por la espalda”, dijo entre lágrimas su madre, Dinorah Valois.
La madre del dominicano dijo, que vio imágenes de vigilancia recuperadas por policías que mostraban el asesinato de su hijo. El pistolero estaba esperando a Ortega afuera de un negocio en la cuadra y cuando salió Ortega, el asesino abrió fuego, se cambió de ropa y salió corriendo, dijo. Los policías siguen buscando al asesino y no han establecido el motivo de los disparos.
Valois dijo que no conocía a nadie que pudiera haber estado peleando con su hijo o que lo quisiera muerto.
“Siempre hablábamos, todos los días”, dijo Valois. “Era muy dulce, cariñoso, muy generoso. Era una muy buena persona”.
Ortega sufría de esquizofrenia, pero mantuvo su medicación para que su comportamiento no hubiera provocado a nadie, dijo su madre.
Estaba haciendo planes para mudarse a Carolina del Norte con su hija, según su sobrino Johan Feliz al mismo medio.
“Me siento terrible pensando en eso ahora porque me decía que quería venir aquí”, dijo Feliz. “Él siempre quiso venir a Charlotte. Tenía muchas ganas de irse de Nueva York. La forma en que vivía, ya no era lo que quería. La medicina que estaba tomando no lo hacía sentir bien, ya no era una buena situación”, dijo.