¡Qué barbaridad! Cuán silvestres podemos ser quedó ayer reafirmado con el anuncio por el empresario Antonio Marte, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (Conatra), “prohibiendo” a los choferes afiliados a ese pseudo-sindicato permitir que haitianos, legal o irregularmente en el país, usen sus vehículos de transporte público.
El pedestre transportista justificó su ilegal y estúpida decisión alegando que policías, militares e inspectores de migración retienen sus autobuses –dijo textualmente “tenemos diez guaguas presas”— cuando realizan chequeos de control en carreteras y calles, buscando inmigrantes ilegales, y encuentran como pasajeros a haitianos indocumentados. Marte, según varios diarios, tuiteó: “para evitar esos grandes inconvenientes, queda prohibido a partir de hoy montar extranjeros haitianos, no importa que estén legales o ilegales, no los monten, porque ustedes no son inspectores de migración”.
¿Recordará Marte u otros similarmente deficientes que unos dos millones de dominicanos residen en Estados Unidos y Europa, muchos ilegalmente? La ilegalidad e irracionalidad de la macondiana “prohibición” resalta cuánto urge el imperio de la ley. ¡Tremendo foul de Marte!