SANTO DOMINGO, República Dominicana.– Un jonrón por los 411 pretende dar Cuba, en lo que concierne al tema del béisbol y es que tras el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos, muchos en esa isla están esperanzados en que sus peloteros puedan ser contratados directamente por las Grandes Ligas, tal cual lo hacen con otros jugadores latinos.
Una mina de oro tanto para el pueblo cubano como para las Grandes Ligas representarían las contrataciones, sin intermediarios, de jugadores que todavía se encuentran en la isla.
Y es que sin van directamente de su tierra a Los Estados Unidos, los peloteros cubanos están sujetos a la condición de amateur, lo que regularmente les cuesta decenas de millones de dólares. Razón que los mueve a establecer residencia en un tercer país para de ahí firmar contrato.
Pero actualmente su protagonismo se reduce a menos de 30 peloteros en las nóminas de los equipos de las mayores, el año pasado cinco de estos participaron en el juego de estrellas.
Algunos aseguran que están a un paso de brillar con más intensidad en el calificado como el mejor béisbol del mundo.
Pero no todos coinciden en la conocida Esquina Caliente del Parque Central de La Habana.
La mayoría de los peloteros de esa isla se tienen que conformar con jugar para equipos de Asia.
Pero lo conquistado en suelo estadounidense durante el 2014, por el cubano Rusney Castillo, aún mantiene a muchos con la boca abierta, ya que firmó por 72.5 millones de dólares y siete temporadas, con Los Media Rojas de Boston, convirtiéndose en el jugador mejor pagado de todos los nacidos en Cuba.