REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmó hoy que ha constatado un aumento «significativo» de víctimas de balas perdidas en Puerto Príncipe desde el 23 de julio tras el estallido de los violentos combates entre grupos armados en las afueras y el centro de la ciudad.
«Estos pacientes representan solo una pequeña proporción de las víctimas. La circulación se ha vuelto extremadamente peligrosa en muchas partes de la ciudad, y muchas personas están atrapadas en sus propios barrios. Esto ha dificultado cada vez más el acceso a los centros de salud», dijo la coordinadora médica de MSF en Haití, Rachelle Séguin, en un comunicado.
La onegé afirmó que ha instalado clínicas móviles en algunas de estas zonas para acercar la atención médica a las poblaciones afectadas. «Pero incluso para nuestros equipos médicos, el acceso a estos lugares sigue siendo muy difícil».
En al menos tres ocasiones, las actividades de las clínicas móviles de MSF han tenido que ser pospuestas o canceladas debido a la violencia de los enfrentamientos, privando a sus beneficiarios de atención médica esencial. El Centro de Emergencias de MSF en Turgeau recibió cerca de 80 heridos de bala, la mayoría víctimas de balas perdidas.
El comunicado recordó que justo después de un alto el fuego en Cité Soleil, donde los combates hacen estragos, las clínicas móviles de MSF consultaron a más de 150 pacientes en pocas horas. Treinta de ellos eran víctimas de heridas de bala cuyas lesiones se habían infectado.
«Estas infecciones son indicadores de cuándo se produjo el traumatismo. Los heridos no pudieron acceder a tiempo a la atención médica, bien por el nivel de violencia y la intensidad del tiroteo, bien por las barricadas que los grupos armados están levantando o construyendo para aislar las zonas que controlan», aseguró la organización.
En algunas de estas zonas, MSF dijo que solo puede tratar a los pacientes en sótanos o en habitaciones sin ventanas debido al peligro del fuego cruzado.
Desde el resurgimiento de los enfrentamientos en varios barrios y municipios de Puerto Príncipe, ya sea en Cité-Soleil, Martissant, o más recientemente en Bel Air, Bas Delmas o el centro de la ciudad, Médicos Sin Fronteras ha seguido observando un descenso considerable de las consultas externas.
«Un año después del cierre de su centro de emergencias en Martissant, que posteriormente se trasladó al este, a Turgeau, MSF sigue reiterando sus llamamientos. Hay que evitar que la gente sufra la violencia de los combates y que tenga un acceso libre y sostenible a la ayuda humanitaria y a los servicios básicos», declaró en el comunicado el jefe de misión de MSF en Haití, Benoît Vasseur.