Italia.- Un equipo de buzos está inmerso en una intensa operación de búsqueda y rescate para localizar a seis pasajeros desaparecidos después del hundimiento del superyate Bayesian, propiedad del magnate tecnológico británico Mike Lynch, frente a la costa de Porticello, cerca de Palermo, Italia. Entre los desaparecidos se encuentran Lynch y su hija de 18 años, Hannah.
El superyate fue alcanzado por un fenómeno meteorológico inesperado, descrito como un «remolino», en las primeras horas del 19 de agosto, lo que provocó su rápido hundimiento. De los 22 ocupantes a bordo, 15 fueron rescatados por embarcaciones cercanas, mientras que el chef del yate lamentablemente perdió la vida. Las operaciones de rescate, que se han prolongado durante tres días, enfrentan crecientes dificultades debido a la profundidad del naufragio, situado a aproximadamente 164 pies bajo el agua.
Ingenieros han indicado que los pasajeros desaparecidos podrían estar atrapados en bolsas de aire dentro del barco, generando una leve esperanza de encontrarlos con vida. Sin embargo, los rescatistas solo pueden permanecer bajo el agua por períodos breves debido a la profundidad del naufragio, complicando así las labores de búsqueda.
A pesar del compromiso reiterado de la Guardia Costera italiana de continuar con la búsqueda, admiten que las posibilidades de un desenlace positivo están disminuyendo. «Dada la cantidad de tiempo que ha pasado y las circunstancias del evento, es naturalmente difícil imaginar que las cosas puedan salir bien, pero no vamos a rendirnos», comentó el Capitán de Fragata Vincenzo Zagarola.
Especialistas en operaciones de salvamento, como Nick Sloane, han enfatizado que las próximas 24 horas serán cruciales para determinar el destino de los desaparecidos. «Tenemos un margen muy pequeño de tiempo para intentar encontrar a las personas atrapadas dentro con la esperanza de que haya un bolsillo de aire», declaró Sloane a Sky News.
Mientras continúan los esfuerzos de rescate con la asistencia de buzos de Nápoles y Messina y el uso de vehículos submarinos, la realidad de que los seis desaparecidos podrían haber perdido la vida se hace más palpable. Aunque un ingeniero expresó cierta esperanza, las autoridades advierten que la situación es extremadamente delicada y el tiempo se está agotando.