Redacción.- Autoridades de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) iniciaron este miércoles un operativo en el que localizaron 45 toneladas de marihuana picada y 21 hectáreas de plantaciones ilegales en la Parque Nacional Caazapá, ubicada en el sureste de Paraguay.
La Senad informó que en el primer día de incursiones también detectaron 12 campamentos establecidos como bases de producción de cannabis.
Ciertas zonas de bosques del Parque Nacional Caazapá, que en total abarca una superficie de 16.000 hectáreas, se vieron afectadas por «estructuras criminales» con el fin de sembrar y producir marihuana, lo que produjo «un grave perjuicio ambiental», según la autoridad antidrogas.
Los 45.000 kilos de marihuana, los 12 campamentos y las 21 hectáreas de plantaciones fueron destruidas.
La Senad estima que en total sacaron de circulación 108.000 kilos de la planta, que se traduciría en un perjuicio para el crimen organizado de aproximadamente 3,2 millones de dólares.
Según el ‘Reporte nacional de cobertura forestal y cambio de uso de la tierra’, del Instituto Forestal Nacional (Infona) de 2023, en el Parque Nacional Caazapá, entre 2020 y 2022, resultaron deforestadas 99,5 hectáreas a causa de los cultivos ilícitos.
La deforestación derivada de las actividades relacionadas con la producción y siembra de marihuana, además de ocurrir en este Parque, se repite en otras reservas megadiversas con bosques nativos en la región oriental de Paraguay.
Infona destacó en el documento que la cobertura forestal de Paraguay, que incluye bosques nativos, palmares y plantaciones forestales, sumó 17.727.756,6 hectáreas, el 44,3 % de la superficie nacional, de los cuales un 17,2 % está en la región oriental (3.048.390,2 hectáreas).
Del informe oficial se desprende que solo en la zona oriental entre 2020 y 2022 se deforestaron 50.499,7 hectáreas de bosque nativo, de los cuales el 20 % (unas 10.000 hectáreas) se degradaron a causa de los cultivos de marihuana.
En dicha región, el 25,7 % (2.604,7 hectáreas) del total de pérdida de bosque nativo por cultivos de uso ilícito se registró dentro de nueve áreas silvestres protegidas.