REDACCIÓN.- El Banco de España ha actualizado este viernes sus previsiones macroeconómicas, y ha puesto de manifiesto que la crisis se agudiza, que la economía española sigue acumulando problemas y retrasos en su vuelta al nivel de Producto Interior Bruto (PIB). Eso no se conseguirá, ha apuntado el director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, hasta el tercer trimestre de 2023. Muchos más tarde, obviamente, que el cierre de 2021 en el que llegó a ubicar el Gobierno ese punto.
Entrando en las cifras concretas, el repunte del PIB en 2022 será del 4,1%, por debajo del 4,5% que apuntó en abril y muy lejos del 5,4% que estimó en diciembre. El dato también es inferior al 4,3% que estima el Ejecutivo, y además se rebaja el repunte estimado para 2023.
La razón principal que ofrece el BdE es que durante la primer trimestre del año la desaceleración fue «más acusada que la prevista» por el impacto de la variante ómicron, la huelga del transporte y el inicio de la guerra en Ucrania. El organismo, eso sí, remarca que en el segundo trimestre la actividad de está acelerando «en parte por el mayor dinamismo de las ramas que requieren un mayor grado de interacción social una vez relajadas la práctica totalidad de las restricciones».
Sobre la inflación, el organismo hace un doble ejercicio. Por una parte, rebaja el dato estimado para este año como consecuencia directa del mecanismo ibérico para limitar el precio del gas introducido por el Gobierno. Esta medida rebajará la inflación en 0,5 puntos, con lo que el IPC medio de 2022 será del 7,2% por el 7,5% anteriormente estimado.
«No obstante», apunta el Banco de España, «se revisan significativamente al laza las sendas de inflación de los alimentos y del componente subyacente durante el periodo 2022-2024, lo que induce una revisión al alza de las tasa de inflación general prevista para 2023 y 2023». En concreto, al 2,6% en 2023 y a un 1,8% en 2024. Un episodio inflacionista, ha resumido Gavilán, «más intenso y persistente».
Argelia y las perturbacionesGavilán ha remarcado que todas estas estimaciones puede cambiar si se producen «perturbaciones adicionales», y quede hecho ha remarcado que «cada semana tenemos una perturbación adicional». La última, la crisis entre España y Argelia, de la que no ha querido ofrecer todavía una estimación de impacto concreta pero ante la que sí ha lanzado una advertencia clara.
«Podría tener un impacto apreciable sobre crecimiento e inflación fundamentalmente en el corto plazo», ha señalado, al tiempo que ha recordado que «España importa en torno al 30% del gas de Argelia». Esto es, que la crisis desatada con el Gobierno de Argel será un nuevo problema para la renqueante economía española.
Menos déficit y más deuda
El organismo mejora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2022 en el 4,6% del PIB, frente al 5% previamente estimado. Además hay mejores perspectivas también para 2023 y 2023, con tasas del 4,5% y el 4,2%, respectivamente, informa Europa Press.
En cambio, ha empeorado sus estimaciones para la deuda en 2022, tras situarla ahora en el 114,9% del PIB, frente al 112,6% previsto anteriormente. De cara a 2023, la deuda se situará en el 113,2% del PIB, peor que la estimación previa del 112,8%, y en 2024 alcanzará el 112,5%, mejor que en las previsiones anteriores (113,5%).