REDACCIÓN. – Cuando se habla de Ron Barceló, se trata de una de las marcas más icónicas de la República Dominicana. El ingrediente que lo hace tan diferente, más allá de la destilación o sus barricas, está en su materia prima: la caña de azúcar.
Barceló cultiva su propia caña con mucho celo, por lo que ese proceso ha convertido su ron en una marca diferente en el mercado.
De acuerdo con el director de operaciones de Ron Barceló, José Miguel Canals Fontes, muchas empresas utilizan la melaza para fabricar su ron. Pero Barceló se distingue por controlar todo el proceso de producción. Esto va desde el cultivo de la caña en sus propios cañaverales, hasta la botella final, garantizando calidad y trazabilidad del producto.
«Nuestra gran diferenciación es que tenemos un control total de la cadena de valor. Nosotros cultivamos nuestra propia caña, la cosechamos, la fermentamos, la destilamos y la convertimos en ron. De este modo, nos aseguramos de que cada etapa del proceso cumpla con los más altos estándares de calidad», explica Canals Fontes.
Al realizar un recorrido por los bateyes de Ron Barceló, ubicados en Consuelo, San Pedro de Macorís, se puede observar la tierra fértil que da vida a la caña. Esta puede crecer entre dos y seis metros de altura.
Cuando la caña es cultivada tarda en crecer de seis a nueves meses, dependiendo si es para azúcar o para ron. Además, cuando cortan la caña, se le deja el pedacito de las raíces en el suelo, para que crezca nuevamente. La misma tierra se puede usar para cultivar hasta nueve veces.
Además, en el cañizal se ve cómo los trabajadores toman con delicadeza la caña. Principalmente, las que son destinadas para la producción del ron orgánico, que requiere especial cuidado. Luego, la cortan con un machete y la envían en carretas hacia la destilería para su procesamiento.
Con el objetivo de optimizar costos y minimizar el impacto ambiental del transporte, en 2010 se inauguró Alcoholes Finos Dominicanos (AFD), una destilería 100% carbono neutro. Está ubicada estratégicamente en el centro de los cañaverales en la comunidad de Consuelo. Este proyecto impacta de manera positiva el lugar con la generación de 2,000 empleos directos, beneficiando a familias de una región con escasas oportunidades laborales.
Es allí donde, tras el cultivo de la caña, que inicia la preparación del ron.
Una vez ingresa la carga de caña a la destilería, inicia el proceso de transformación. Un equipo apoyado de grandes maquinarias de acero inoxidable con altos estándares, se encarga de pesar el “guarapo” o jugo puro de la caña, para saber la cantidad exacta de la recolección. Luego, continúa la fase de salinización, la agregación de nutrientes y la fermentación.
Al completarse ese proceso, el producto es trasladado al centro de producción en Quisqueya. Allí, depositan el material en barricas de roble, la mayoría, hasta que el ron adquiere el color ámbar, aroma, y sabor que les gusta a los dominicanos, tras un mínimo de 1 año de envejecimiento natural en barricas tostadas de distintas latitudes.
Esto ocurre mediante una transferencia de oxígeno, taninos y demás propiedades de la madera que son posibles gracias a unas condiciones únicas, gracias a la temperatura caribeña y la humedad de las bodegas.
Cuando el producto ya ha sido añejado, las barricas son vaciadas y llegan al área de embotellamiento. Esta área cuenta con tres líneas de producción: dos de cinco mil botellas por hora y otra de 10 mil. En total, se producen 20 mil botellas cada hora.
Uno de los proyectos más ambiciosos de la marca ha sido la creación de ron orgánico, de nombre «Organic«. Esta iniciativa ha sido impulsada por su director general, Alberto Noveira.
José Miguel Canals Fontes cuenta a Noticias SIN que el mayor desafío de este nuevo producto ha sido lograr la certificación de los campos de caña. Además, eliminar por completo el uso de fertilizantes y pesticidas químicos.
Aunque este proceso es más costoso que los demás, Canals Fontes asegura que el resultado vale cada centavo invertido en este ron.
«La transición a un ron orgánico no fue fácil. La ausencia de fitosanitarios redujo el rendimiento de la caña y aumentó los costos de producción. Sin embargo, el resultado es un ron puro y 100% ecológico», señala.
Además, el empaque de este ron también refleja su compromiso ambiental: estuche y etiquetas de bagazo de caña, tintas orgánicas y diseño ecoamigable.
Ron Barceló ha estructurado su compromiso ambiental en cuatro pilares esenciales:
«Para nosotros, la sostenibilidad no es solo un discurso, sino una acción concreta. Hemos desarrollado estrategias tangibles que garantizan que nuestro ron no solo sea de alta calidad, sino que también sea responsable con el planeta y las comunidades que nos rodean», puntualiza Canals Fontes.
En 2016, Ron Barceló logró compensar por primera vez su huella de carbono. En 2019 obtuvo las certificaciones ISO 14067 y 14064, que avalan su compromiso ambiental en la producción de ron.
Estas certificaciones permiten medir con precisión el impacto ecológico de cada botella, información que incluso han incorporado en sus etiquetas.
«Nuestro enfoque de sostenibilidad nos ha llevado a ser pioneros en la industria. Hoy, cada botella de Ron Barceló es neutra en carbono. Esto significa que compensamos todas las emisiones generadas desde la materia prima hasta el producto final», agrega el ejecutivo.
Con tan solo 25 años, el joven español Julián Barceló llegó a República Dominicana con un objetivo claro: crear el mejor ron del mundo. En 1930 fundó Barceló & Co., empresa con la que comenzó a producir y comercializar sus primeros rones a nivel nacional.
Lo que inició como un sueño, hoy es una de las marcas más reconocidas y premiadas en la industria del ron a nivel mundial.
Ron Barceló ha evolucionado desde su fundación en 1930 hasta convertirse en un referente de la industria. Actualmente, Ron Barceló tiene presencia en más de 80 países en el mundo.
Su enfoque en la calidad, el control del proceso productivo y su compromiso con la sostenibilidad lo han posicionado como líder en el mercado.
Como dice Canals Fontes: «Cada botella de Ron Barceló no solo cuenta una historia de tradición y sabor, sino también de responsabilidad ambiental y social».
Ron Barceló tiene diversos rones para todos los gustos y personalidad como el Imperial Onyx, Imperial Premium Blend 40 aniversario, Organic, entre otros. A continuación, te mostramos los más destacados en la actualidad:
Imperial Mizunara Cask: Añejamiento de las reservas en barricas de roble con distintos grados de tueste, y envejecimiento en barricas vírgenes de roble japonés. Tiene un estilo intenso y amaderado.
Imperial Maple Cask: Esta variedad sale de auténticas maderas de Arce, que aportan para aportar la complejidad y sabor único.
Imperial Porto Cask: Su sabor nace de las barricas de vino de Oporto Tawny 10.
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