Tokio, Japón .- Kabukicho, el barrio rojo de Tokio, es conocido no solo por sus luces de neón y su animada vida nocturna, sino también por haberse consolidado como el epicentro de la prostitución en la capital japonesa y, cada vez más, como un destino de turismo sexual.
La prostitución es ilegal en Japón, tiene al rededor de casi 70 años (1956) estando prohibida, pero factores como la llegada masiva de turistas y la influencia de las redes sociales han contribuido a aumentar este auge en los últimos meses.
Según Arata Sakamoto (Director ejecutivo de Rescue Hub) se ha vuelto común ver mujeres paradas en la calle con sus teléfonos en mano esperando captar hombres o sosteniendo carteles con ciertos servicios para ofrecer.
Los precios de los servicios ofrecidos rondan en los 91,48 euros. La pandemia marcó un punto de inflexión en el número de mujeres que rondan las calles del barrio rojo. Si bien la legislación no criminaliza la compra de los servicios sexuales, si penaliza a quien los ejerce.
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